Buena producción. Quiero llamar su curiosidad sobre dos productos sin relación alguna entre ellos, pero que, esta semana, movieron mi interés por la misma razón: su capacidad para invitarnos a descubrir algo.
¿Han visto el más reciente videoclip del grupo 424 Mapas y caminos ? El producto dirigido por Neto Villalobos es inquietante y demuestra el nivel alcanzado por algunos grupos nacionales en su proyección internacional, con audiovisuales muy bien logrados. Lo vi en MTV y se siente totalmente acoplado al concepto del canal, lo cual refleja la calidad estética y creativa del videoclip. El énfasis visual se basa en cuatro tomas largas, sin cortes de montaje, que componen una imagen de sucesos paralelos en pantalla. Los cuatro integrantes de la banda recorren el mismo camino en imágenes separadas y vistas al mismo tiempo, por el efecto realizado en la pantalla.
¿Dónde van? ¿Qué pasa cuando lleguen ahí? Ese concepto enlaza al video con el contenido de letra de la canción. El producto final es el resultado de un intenso trabajo previo de coordinación para obtener el efecto deseado. Cualquier desliz en la grabación de la toma implica volver a realizarla desde el principio. Por eso, se nota el esfuerzo y se aplaude el producto final. Lo típico del videoclip en general es la fragmentación y su reto es alcanzar la unidad. Este ejercicio es un claro ejemplo de un resultado satisfactorio frente a un reto difícil.
Los músicos comentaron en una entrevista su tensión al momento de grabar, pues también había que rehacer la toma si había cualquier error en la sincronización, aunque no tuviera errores por sí sola. La preproducción y los ensayos ciertamente rindieron sus frutos. Esos aspectos dan más valor al videoclip. El trabajo representa un gran logro de todo el proceso, desde la idea hasta la ejecución, a través del planeamiento del equipo de producción de Roberto Montero, del director Neto Villalobos. También es justo decir que la dirección de artes de Olga Madrigal logró armonizar idea con escena de manera estupenda y que Guillermo Rojas, el operador de la cámara en movimiento, logró el objetivo con creces. La posproducción es de Leo Fallas. Allí todo tuvo sentido final. Excelente trabajo.
ENTREVISTA. Esta semana, el programa Mano a Mano con Juan Luis Hernández Fuertes, en canal 42, estuvo muy entretenido, como siempre. El invitado fue Gustavo Vargas, periodista de Teletica Deportes . En tono ameno aprendimos de su vínculo familiar con Honduras, doble faceta como estudiante de Ciencias Políticas y Periodismo, y de su ingreso a la prensa deportiva de la mano de Everardo Herrera. Hasta ahí el programa parece de una semblanza común y corriente, pero el español no puede quedarse así como así.
La otra parte del show es una cuestión que yo, francamente, nunca había visto antes en la tele nacional. Se trata de hablar de un tema sin nombrarlo, escupir frases que dejan ver a través de la hendija, pero sin revelar la información sensible, tal vez para evitar caer en la trampa de hablar de otros sin revelar las fuentes, pues se entiende que es información de a oídas.
Juan Luis es el rey de la intriga. Siempre parece estar muy bien informado de esos temas que la prensa sabe, pero nunca habla y, con cada invitado, comenta cuestiones que no salen a la luz pública y que se dan por hechos fehacientes, pero sin mencionarlos. Es decir, el programa es enigmas. Quienes están enterados pueden acertar las adivinanzas, los demás, gozamos con el veneno ofrecido, sin poder tomarlo.