Katmandú, Nepal. El príncipe Gyanendra asumió hoy como el tercer rey de Nepal en los últimos cuatro días, mientras la policía dispersaba con gas lacrimógeno y balas de goma a manifestantes que exigían una explicación por la matanza de nueve miembros de la familia real.
Al menos dos personas han muerto y 19 han resultado heridas en los disturbios, según fuentes hospitalarias.
La policía dispuso un toque de queda entre las 4 de la tarde y las 5 de la mañana para despejar las calles. Las turbas arrojaban piedras contra varios agentes, armados con palos.
``No salgan de sus casas o les podrán disparar'', advirtió la radio estatal, y aclaró que soldados y policías tienen instrucciones de disparar contra quienes no acaten la primera advertencia de despejar las calles.
Unas 2.000 personas violaron el toque de queda la noche del lunes, concentradas en una calle del vecindario Koteshwar, cerca del aeropuerto de Katmandú. Quemaron neumáticos y mostraron carteles, antes que la policía las dispersara con gases.
Gyanendra planeaba convocar a una investigación independiente sobre las muertes de la familia real, en un anuncio a la radio nacional a las 9:00 de la noche (1545 GMT), dijo una fuente de palacio que solicitó no ser identificada.
Más temprano, miles de personas --mayormente varones jóvenes-- marcharon gritando ''¡Dipendra es inocente!'' y ''¡Castiguen a los verdaderos culpables!'' Otros decían ``No queremos a Gyanendra''.
Muchos de ellos dijeron a gritos que no creen que el expríncipe heredero Dipendra, que fue investido rey durante dos días en que estuvo en un respirador artificial antes de morir el lunes, mató a tiros a ocho miembros de su familia el viernes y luego intentó suicidarse, según la versión del gobierno y los militares. Otros culparon al nuevo rey de la matanza.
Las patrullas antimotines rodeaban el palacio. Las tropas del ejército empezaron a movilizarse a otras partes de la ciudad, y los testigos vieron a algunos soldados efectuar disparos de advertencia al aire y a policías golpear con palos a los manifestantes.
Dos personas murieron, incluido un joven de 25 años que recibió un tiro en el corazón, informaron los médicos en los hospitales Bir y Teaching en Katmandú.
Por la tarde, cuando estaba por iniciarse el cortejo fúnebre de Dipendra, las calles estaban desiertas y cubiertas de piedras y ladrillos.
En contraste, cientos de miles de dolientes siguieron el sábado el paso del cortejo con los cuerpos del rey Birendra, la reina Aiswarya y otros seis miembros de la familia, hacia el lugar donde fueron cremados, el sábado.
El cuerpo de Dipendra, colocado en una camioneta, fue seguido por una banda militar. La procesión tomó una ruta alrededor de la ciudad. El rey y la reina habían sido cargados en palanquines por sacerdotes brahamanes descalzos, en el centro de la ciudad.
El cadáver de Dipendra fue llevado hasta una pira frente al templo de Pashupatinath, en una margen del río Bagmati. Mientras una banda militar tocaba un himno fúnebre, la pira fue encendida por un sacerdote, de acuerdo con la costumbre hindú.
En un principio, se dijo que la matanza se debió a una discusión en que la madre de Dipendra, Aiswarya, rechazó la elección de novia que había hecho el príncipe.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Nacion.com Fuente: agencias.