Naciones Unidas, 13 jul (EFE).- El abogado argentino y recién nombrado asesor especial de la ONU para la prevención del genocidio, Juan Méndez, manifestó hoy que no se puede bajar la bandera cuando se trata de violaciones a los derechos humanos.
En entrevista con EFE, Méndez indicó que se siente "muy honrado" de que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, le haya designado su asesor especial, pero a la vez muy preocupado por "la pesada responsabilidad" que significa este nuevo cometido.
"Si tengo éxito significará salvar cientos de miles de vidas pero, sino, puede representar penosamente todo lo contrario", declaró.
"Es una obligación no sólo institucional, sino personal y humana evitar el genocidio", agregó.
Méndez, que tiene una larga carrera en defensa de los derechos humanos y sufrió en su propia carne la represión y la tortura en la Argentina de la dictadura militar, resaltó que "dadas las carencias y habilidades del sistema internacional, no podemos permitirnos el derecho a bajar los brazos cuando se trata de violaciones a los derechos humanos".
Uno de los países en el que centrará de inmediato su atención y trabajo es Sudán y especialmente la crisis humanitaria en la región occidental del país, Darfur.
Reconoció que existe una diferencia de opiniones sobre lo que está ocurriendo en esa región entre las organizaciones no gubernamentales y la ONU, así como dentro del propio organismo internacional, en el que algunos relatores especiales han denunciado que se han cometido "crímenes contra la humanidad".
Al mismo tiempo, sin embargo, recordó que en la cumbre reciente de los países de la Unión Africana en Addis Abeba, los países miembros de esta organización regional negaron el pasado 6 de julio que en Sudán se haya producido un genocidio.
"Pese a la diferencia de calificaciones y matices, lo que está claro es que existe una catástrofe humanitaria de gran envergadura y que debe solucionarse", precisó.
En este sentido, subrayó que su tarea fundamental es precisamente lograr que "las definiciones jurídicas y técnicas no sean un obstáculo para actuar".
Méndez manifestó que también hará un seguimiento de otras "situaciones olvidadas", como los casos de Somalia, República Democrática del Congo y Uganda, pero que de momento no está en condiciones de adelantar qué otros países centrarán su agenda inmediata.
El cargo de asesor especial para la prevención del genocidio fue anunciado en Ginebra por Annan el 7 de abril de este año, en coincidencia con el décimo aniversario del genocidio de Ruanda.
Para el abogado argentino, si en aquella fecha hubiera existido un asesor especial hubiera habido más posibilidades de prevenir lo ocurrido en Darfur, pero anotó que "no por el hecho mismo de que exista este cargo se pueden resolver todos los problemas".
Méndez, que actualmente es presidente de la organización no gubernamental Centro Internacional para la Justicia en Transición, puesto en el que permanecerá, tiene previsto iniciar sus actividades de asesoramiento a la ONU a principios de agosto.
Otra de las misiones que implica su mandato es formular recomendaciones para que la ONU adopte las medidas necesarias.
Indicó que no tiene un catálogo de herramientas o instrumentos para hacer recomendaciones, pero que espera que todas las medidas que la ONU tome sean "concertadas de forma multilateral" y que disponga de un pleno consenso.
"No me voy a privar de hacer recomendaciones, pero no me voy a apresurar tampoco a tomar medidas que puedan ser contraproducentes y puedan ser aún más dañinas", puntualizó. EFE
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