La libertad de expresión es la medicina recetada por Angela Bulgarelli, quien acaba de inaugurar un taller de arteterapia para ayudar a otras personas a mejorar su autoimagen.
Profesional en artes plásticas, Bulgarelli obtuvo en 1988 su maestría en arteterapia, en el Vermont College of Norwich University, en Vermont, Estados Unidos.
Después de aplicar su profesión durante varios años al tratamiento de problemas emocionales, ahora también atiende a personas que están insatisfechas con su imagen corporal. Para ello, su taller está acondicionado de manera que la persona pueda expresarse, conocerse y aceptarse a sí misma por medio del arte.
"La creación artística y la reflexión sobre el proceso creativo vivido y sobre lo creado permite que las personas entren en contacto consigo mismas, y reconozcan por qué tienen una imagen distorsionada de su cuerpo", explicó.
Cuerpo y alma
Además de trabajar en su propio taller, Bulgarelli labora en la Clínica de Trastornos Alimenticios del Hospital CIMA, y colabora con la Clínica de Adolescentes del Hospital Nacional de Niños.
Tal como ella lo dijo, la mayoría de personas que sufren un trastorno alimentario como la anorexia o la bulimia tienen una imagen distorsionada de su propio cuerpo. Por ejemplo, sienten que están obesas cuando, en realidad, están muy delgadas.
Por tal motivo, ese tipo de pacientes requiere un tratamiento integral que, entre otras cosas, las ayude a mejorar la relación con su propio cuerpo.
Un medio para lograrlo es la terapia creativa, en la cual se incluye la arteterapia, la musicoterapia, la danzaterapia y la dramaterapia. Cada una posee fundamentos teóricos desarrollados por investigadores de diversos países.
"Investigaciones han demostrado que el lenguaje verbal proveniente del hemisferio izquierdo del cerebro solo es capaz de expresar lo que creemos que sentimos o que debemos sentir. Es decir, la capacidad de juicio actúa como un filtro que nos impide expresar nuestros sentimientos con palabras", aseguró Bulgarelli.
Según dijo, la creación artística expresa con más fidelidad las emociones y experiencias de la persona porque no es procesada por el hemisferio izquierdo, sino, por el derecho.
Bulgarelli aplica un método de ocho pasos en varias sesiones, durante las cuales motiva a los pacientes a expresarse por medio del arte para descubrir y corregir las causas por las cuales están insatisfechos con su imagen.
"Algunas personas están insatisfechas con su imagen porque les hicieron algún comentario negativo sobre su cuerpo cuando eran niñas, o porque caen en la trampa de ciertos mitos que construye la sociedad. Por ejemplo, creen que solo las mujeres delgadas son populares y exitosas", añadió.
Su meta es lograr que cada persona se acepte y se valore tal como es.