Milán (Italia), 28 feb (EFE).- El estilista italiano Giorgio Armani protagonizó hoy la jornada de la pasarela de la moda otoño-invierno de Milán con su propuesta de volver a una mujer "femenina" frente al aspecto duro que la ha caracterizado en los últimos tiempos.
"La alternativa a la mujer que ha robado la ropa militar al hombre es la mujer femenina, que no confunde", dijo hoy Armani al término del desfile de sus nuevas creaciones, con las que se acerca a la alta costura clásica.
Por eso sus modelos muestran visiblemente sus piernas gracias la profusión de minifaldas, acampanadas y ondulantes, que se mueven al ritmo acompasado de quien las lleva y secundan la desenvoltura de las chaquetas y las blusas.
Para acompañar las faldas cortas aparecen las medias oscuras, pero estampadas con el águila que es símbolo de la casa.
Las chaquetas son sueltas, tratadas casi como camisas, en piel y en terciopelo y, por debajo, un simple sujetador o bien las camisetas que identifican a Armani, con estampados de flores o motivos geométricos.
En la quinta jornada de la pasarela se presentó también Cerruti, con las creaciones de su director artístico Istvan Francer, que por primera vez desfiló en Milán y no en París, la ciudad donde Nino Cerruti creó su firma.
Se ha apreciado en la propuesta de Francer el hecho de que haya trabajado años para Donna Karan, porque sus mujeres tienen el aspecto entre "chic" y radical de Nueva York.
Se trata de una colección fuerte en la que los pantalones son muy ajustados, casi como medias por debajo de las botas altas por encima de la rodilla, mientras que los vestidos son negros y cortos, con escote y sin tirantes.
Las faldas, estrechas, superan la altura del ombligo, donde a veces se encuentran un "top" de napa o camisetas, para dar una sensación de siluetas alargadas, reforzadas por corpiños que se adhieren al cuerpo y cuellos amplios que forman como un marco para el rostro.
El azul, el marrón y el negro son los colores de los abrigos, que contribuyen a dar la imagen de una mujer "sofisticada y muy femenina, pero dura y decidida", en palabras del modisto Istvan Francer.
Una mujer rebelde pero con pasión por la elegancia formal es la que propone Exte, que conjunta chaquetas ajustadas en la cintura con faldas amplias y abrigos de cachemira cuya severidad se ve alterada por los clavos que los decoran.
En esta marca el pantalón de seda va con el abrigo años 50 "bordado" de pequeños cristales, mientras la cazadora de aviador rojo intenso se lleva con pantalones de raso y botas, sin olvidar los guantes de noche.
Por su parte, el joven estilista Alessandro Debenedetti optó por la provocación, porque la inspiración -ha confesado- se la ha dado la película "Los Vampiros Lesbo", del español Jess Franco.
Por eso sobre la pasarela desfila alguna estrella italiana del porno, para mostrar a una mujer con la imagen inquietante de los vampiros y dura de las lesbianas militantes.
Una línea también transgresora es la elegida por Anna Molinari, que mezcla elementos masculinos y femeninos, de modo que sus modelos lucieron camisetas de tirantes y faldas de volantes, en negro riguroso o con color caramelo, mientras los vestidos son cortos, también con tirantes, con mezcla de tul y lana. EFE
jgb/cbm