La película argentina Garage Olimpo, dirigida por Marco Bechis, arrasó el viernes en la XXV edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva al obtener el Colón de Oro, máximo galardón del certamen, y otros tres importantes premios.
La cinta ganó el Colón de Plata a la mejor dirección y los de los jurados de la Crítica Internacional y de Radio Exterior de España.
El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva terminó anoche con la entrega de las distinciones a las obras elegidas y la del premio Ciudad de Huelva a José Luis Ruiz, fundador del certamen.
La obra de Bechis -que había sido invitada a participar fuera de concurso en el último Festival de Cannes- es una estremecedora denuncia contra los crímenes cometidos por la dictadura militar argentina a partir del golpe de Estado de 1976.
El Colón de Plata al mejor actor fue para Carlos Valencia, protagonista de la cinta ecuatoriana Ratas, ratones, rateros, de Sebastián Cordero, y el correspondiente a la mejor actriz, para Evelina Fernández, estrella de la película estadounidense Luminarias, de José Luis Valenzuela.
El jurado oficial también otorgó un galardón especial a la mejor opera prima, que recayó en la cinta ecuatoriana ya mencionada.
Otra candidata a los laureles, la también argentina Yepeto, de Eduardo Calcagno, se debió conformar con el premio del público y el galardón de la Asociación de la Prensa de Huelva.
Lo que dice el triunfador
En Garage Olimpo -que incluye muchos aspectos autobiográficos de su director- se reflexiona sobre el caso de las miles de personas que fueron encarceladas, torturadas y asesinadas en Argentina en la década del 70.
La trama gira alrededor de una joven de 19 años que es secuestrada y encarcelada en un lugar clandestino donde es sometida a torturas por un hombre que ella conocía y del que no sospechaba que estuviera al servicio de las fuerzas armadas.
Bechis -que no pudo viajar a Huelva a presentar su película- nació en Chile de padre italiano, pero vivió la mayor parte de su vida en Argentina, de donde fue deportado por motivos políticos tras haber sido secuestrado e internado en un centro de detención ilegal.
Su filmografía incluye numerosos cortos y dos largometrajes, aparte del presentado hoy: Alambrado, de 1991 y Luca's Film, de 1996.
Ratas, ratones, rateros, que obtuvo el premio oficial a la mejor opera prima es una cinta magníficamente rodada e interpretada, en la que, a pesar del sórdido drama social que presenta, está ausente la sensiblería o el golpe bajo para emocionar al espectador, tan frecuente en realizaciones de este tipo.
En cuanto a Luminarias, es una agradable comedia que cuenta los problemas amorosos y humanos de un grupo de mujeres de origen hispano que viven en Los Ángeles (Estados Unidos).
Aparte de las mencionadas, a lo largo de esta semana compitieron por el Colón de Oro la cinta brasileña Mauá, de Sergio Rezende; la colombiana Soplo de vida, de Luis Ospina; la chilena El desquite, de Andrés Wood y las españolas Jara, de Manuel Estudillo y Tierra de cañones, de Antoni Ribas.
También se proyectaron en la sección oficial la argentina Operación Fangio, de Alberto Lecchi; la mexicana Sexo, pudor y lágrimas, de Antonio Serrano; la portuguesa La carta, de Manuel de Oliveira, y la venezolana El valle, de Gustavo Balza.
En una sección informativa y fuera de concurso, se pasó la película argentina Mundo grúa, de Pablo Trapero, que fue considerada por la crítica internacional como una de las mejores de las más de 150 presentadas este año en el certamen onubense.