Aunque su aprobación en la Comisión de Medios y Arbitrios del Senado estadounidense fue tomada como una señal positiva, representantes del Gobierno y del sector privado, y algunos especialistas del ramo, consideran que la "vía rápida" todavía tiene un camino escabroso por recorrer.
Esa fue la conclusión a la que llegaron el ministro de Comercio Exterior, José Manuel Salazar; el coordinador del IV Foro Empresarial de las Américas, Marco Vinicio Ruiz, y la exnegociadora comercial Anabel González, al ser consultados por La Nación. Sin embargo, consideran que la iniciativa será aprobada finalmente por el Congreso norteamericano.
El miércoles pasado, dicha comisión aprobó el proyecto denominado fast track (vía rápida), el cual concede al Gobierno estadounidense la potestad de negociar acuerdos de libre comercio sin que estos puedan ser modificados por el Congreso. Dicho veredicto contó con el apoyo de la fracción republicana no así de la demócrata, partido al que pertenece el presidente Bill Clinton.
El ministro Salazar aseguró, vía telefónica desde Ginebra en horas de la madrugada, que la aprobación es un éxito para Clinton pues la medida le brinda una potestad útil no solo para el proceso del Area de Libre Comercio de la Américas (ALCA), sino para negociar con otros países.
Agregó que era importante esa decisión puesto que el Mandatario estadounidense iniciará este domingo una gira por Brasil, Venezuela y Argentina y "era necesario llegar con buenas noticias" (mayor información sobre la gira en la página 20-A de El Mundo).
"Esta no es la aprobación definitiva, hay que esperar lo que sucederá en el Senado, donde se ocupan como 220 votos, de los cuales 170 serán republicanos y se necesita más del 50 por ciento de demócratas", comentó
Señal positiva, pero...
El empresario Marco Vinicio Ruiz comentó, vía telefónica desde Miami -donde participa en la Asamblea General de la Red Empresarial de Integración Hemisférica-, que todavía hay un gran trabajo por delante, pero calificó el hecho como "un paso enorme".
Informó de que el sector empresarial norteamericano va a iniciar una campaña de casi $600 millones para apoyar la medida y contrarrestar las voces de oposición que han manifestado los sindicatos de ese país. "Es una batalla que requerirá una gran lucha", señaló.
Finalmente, la especialista Anabel González detalló que la aprobación es positiva pues implica que el Poder Ejecutivo llegó a un compromiso con los republicanos, lo cual es crucial para poder avanzar en cualquier iniciativa comercial.
"Es un signo importante para el ALCA, sobre todo porque, si no, se hubiera pasado habría provocado una señal negativa al mundo de que Estados Unidos no está comprometido con el proceso", explicó González.
Colaboró en esta información, Patricia Leitón, redactora de La Nación.