Para La Nación
Son las 3 p. m. en un día nublado de Los Ángeles y en el restaurante del estudio Dreamworks una ardilla nos da la bienvenida, de verdad, como si hubiera salido de un dibujo animado tridimensional. Se acerca sin ningún miedo, como buscando un saludo (¿o comida?), sin siquiera temerle a la voz del gato que nos espera. No es cualquier gato, por supuesto. Es el mismo Antonio Banderas, que le dio vida al personaje del Gato con Botas en Shrek III . Y para adelantar los detalles de una tercera versión de la película (que en Costa Rica se estrena el 15 de junio), contamos con una entrevista en exclusiva, tratando de descifrar la verdadera personalidad que Banderas conserva cuando la cámara no está encendida.
Él no tiene miedo ni siquiera cuando le toca hablar sobre los detalles de su vida personal. Detrás de su natural seducción con un Español sin tanto acento andaluz, no esconde el temperamento que lo caracteriza, aunque vale la pena averiguarlo con sus palabras.
¿Cómo definirías tu personalidad a alguien que no te conoce... si es que todavía hay alguien?
Me resulta muy difícil. Tengo 46 años pero todavía estoy creciendo. Soy una persona muy apasionada de la vida. Creo que también soy reflexivo, al mismo tiempo soy muy familiar, tanto en la parte de atrás con mis padres como en la parte que yo he creado con mi familia. Soy muy serio a la hora de trabajar y muy dúctil al mismo tiempo.
¿Sos vanidoso?
Yo creo que no, porque soy una persona muy insegura.
¿En la intimidad de tu casa, ¿cómo sos como padre?
Soy muy permisivo. Me gusta mucho el diálogo y no creo en las imposiciones ni los castigos.
¿Y como padrastro?
Yo me comporto con mis hijastros de la misma manera que me comporto con mi hija. Solamente, la diferencia la marca la edad. Al principio fue distinto, pero luego de año y medio (de su boda con Melanie Griffith) empezaron a relajarse y entraron en el juego. Ahora ya me llaman “papá”. En el caso de Alexander (hijo mayor de Griffith), tiene 22 años, es un tío que no cabe por la puerta y es mi amigo.
¿Cómo sos en la intimidad del matrimonio, como esposo?
Ambos tenemos experiencias fallidas con anterioridad y yo creo que eso ha sido casi como una universidad para encontrarnos en otro espacio donde ya se conocen los errores cometidos con otras parejas. Yo creo que la paciencia es una de las virtudes que tanto Melanie y yo tenemos sobre el otro, porque la paciencia de estar con el otro, y la posibilidad que nos damos de amarnos, en las cosas muy pequeñitas que no salen en las revistas, de haber superado nuestras crisis, te hace reforzarte al final. El darnos la posibilidad, creo que lo hacemos los dos, al enamorarnos otra vez.
¿Lograste que Melanie Griffith hable Español?
Lo habla. Sí, sí, pero lo habla desde hace bastante tiempo, desde hace siete u ocho años. Incluso, en Las Bahamas y España, todas las ruedas de prensa las hizo en español.
¿En qué idioma hablan en casa?
Mi casa es bilingüe, entera. Tengo a mi secretaria, que fue niñera de mi niña y habla en Español. El ama de llaves de la casa habla en Español. Incluso mi hijo mayor también le da un poquito al Español. Yo con mi hija hablo en Español, la madre en inglés y la niñera que tuvo, en las dos lenguas. No quería cerrarle esa puerta a mi hija porque es una puerta de cultura que, además, si se cierra no se abre más.
¿En qué momento de tu carrera te dijiste: ‘Hollywood es mi hogar, me aceptaron’?
Yo no me había dado cuenta. Hollywood, en mi cabeza, todavía juega un papel casi de eventualidad. Yo no me nacionalicé, ni siquiera tengo la green card (tarjeta de residente). Yo trabajo con unos permisos temporales que los solicito cuando voy a trabajar.
¿Estando casado con Melanie, no pudiste tramitar tu residencia o ciudadanía en EE.UU.?
Sí. Pero primero no quiero perder mi nacionalidad, por supuesto. Ni siquiera quiero tener la doble. Yo soy español y quiero morirme español. También, hay algo aquí que tiene que ver con lo profesional, que no tiene que ver tanto con el corazón. Si yo me puedo volver para España, me voy. Tenemos una casa allí y, algún día, a lo mejor, terminemos viviendo allí. Acabo de comprar una casa en Nueva York porque quiero estar más cerca de España. Mis padres están muy viejitos. Los Ángeles es un lugar de trabajo.
¿Películas comoShrekson las que te convierten en una verdadera estrella para tu hija?
Para mi hija, supongo que sí, y para un montón de niños. Son muchas cosas. Si cuento las dos películas que he dirigido, serían 35 películas, cinco de las cuales fueron para niños. Hago de todo. He hecho cine independiente. He hecho cinco películas con Pedro Almodóvar, cine con Robert Rodríguez, he hecho películas sociales como Filadelfia; de terror, como Entrevista con un vampiro ; musicales como Evita , ahora dibujos animados. Me he ido a Broadway, he dirigido. Ahora estoy produciendo cine en España. He montado una productora de teatro para Broadway. Por lo tanto, son muchas las actividades que tengo y eso a mí me gusta, me interesa. La gente puede ponerme etiquetas, pero yo no me las pongo.
¿Te das cuenta de la importancia que tomó un simple personaje como tu Gato con Botas enShrek?
A mí me llamó Jeffrey (Katzenberg) y me dijo: “Mira, hay un personaje que queremos introducir en el nuevo Shrek y te va a gustar”. Yo era fan de la primera película, me encantó. De repente, dije absolutamente que sí. Yo hacía mi personaje, iba y hacía mi trabajo y cuando volvía, me decían: “le hemos agregado dos sesiones más” y yo decía: “¿Por qué?, ¿no lo estoy haciendo bien?” y me contestaban: “No, no, vamos a seguir creciéndolo”. Finalmente me encontré con que el personaje de Puss in Boots se había convertido en un miembro del grupo, de la familia Shrek . Fue una sorpresa, de alguna manera.
¿Es verdad que piensan filmar una película aparte, solamente con tu personaje del gato Puss In Boots?
Sí. Acabo de hablar con Jeffrey sobre eso. Están escribiendo el guion, pero todavía no están contentos. Hasta que no tengan uno correcto no me lo dejarán ver. Pero sí, ya es una realidad.
¿Los estadounidenses conocen bien cuento deEl Gato Con Botas?
Sí, sí. Todos los cuentos que están sacados de aquí son parte de la literatura europea. Desde Christian Andersen hasta los grandes literatos que han escrito personajes infantiles. Lo que hace Shrek es reírse de ellos, doblarlos del revés y jugar un poquito. Tener la capacidad de reírnos de nosotros mismos es bueno. El Gato con Botas hace alusiones a El Zorro. Eso, a mí me permite reírme un poquito de El Zorro y quitarme la máscara.
¿Entonces piensan reírse del cuento deEl Gato con Botas? ¿Hay una historia básica definida?
No, todavía no. Yo supongo que utilizarán elementos que salen en la historia original de El Gato con Botas , como asesino de ogros y la forma cómo corría con sus botas. Ellos le darán la vuelta a cada concepto que aparece en el primer cuento, dándole una razón específica para nuestros tiempos. Ese es el gran secreto de Shrek .
¿No es bastante aburrido el proceso, grabando la voz a solas, sin ninguno de los actores, ni el dibujo animado terminado porque lo agregan hasta después?
Es divertidísimo. Esta última vez me parece que han sido ocho o nueve sesiones. Tú haces una sesión solo, efectivamente, ruedas aproximadamente 12 escenas, no más, y se las llevan. Trabajan aproximadamente dos meses y cuando te citan para la segunda sesión, ya traen las primeras escenas de la animación hechas. Ya puedes ver cómo se envuelve el personaje, si tienes que hablar más despacio o más fuerte, porque si estás en exterior o en interior se habla de distinta manera. Influye mucho en la voz la cercanía con el interlocutor, con el que estás hablando. Hay una serie de parámetros… y luego tú ya empiezas a situarte en la película; empiezas a tomar puntos de referencia; empiezas a construir tu personaje a partir de ahí. Lo que hacemos es morirnos de risa. La pasamos de “p... madre”. Al principio leemos lo que figura en el guion y después empezamos a improvisar.
Me acuerdo de que Melanie había contado que estuvo a punto de ser despedida cuando tuvo que agregarle la voz al personaje del pajarito Margalo enStuart Little 2.¿Es tan difícil? ¿Le pediste consejo para la filmación deShrek?
Es que esos eran modos totalmente diferentes de trabajar. Yo me di cuenta cuando llegué a Shrek, porque ella me decía: “he tenido que decir esta línea 80 veces”. Aquí es distinto. Nadie viene a decirte que entones de tal manera. No. Tú lo haces. Te piden que hagas 15 versiones distintas de un mismo párrafo. Cuando abren el micrófono, yo les hago como 20, con distintas entonaciones y énfasis. De esa forma ellos tienen material para elegir. Ponen todas en un rompecabezas y eligen. Por lo tanto, es muy libre, muy divertido. Te tratan como actor, porque lo que vas a hacer es la voz y tienes la cámara adelante. Te graban mientras estás grabando.
¿Reconoces algunos gestos tuyos en el dibujo del gatito?
Sí, sí. Hay veces que sí. A veces miro y me digo “ ¡wow! , ese soy yo, eso lo hago yo”, esos gestos, la mirada o cómo hace con el sombrero. Es que los animadores lo piden. Leen las líneas, mandan el material a editar y ellos ven cómo te has movido con esa línea. Y si les parece divertido, se lo pegan al gato. Es una experiencia muy rara. Antes de estrenar, (el actor) Eddie Murphy me lo había dicho: “Ahora, cuando te veas en el cine, te vas a ver un poquito a ti mismo, aunque no te lo creas. Vas a parecer un gato que mide un pie y medio, ya verás”.