Naciones Unidas, 10 may (EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó hoy los ataques por parte de milicianos cristianos contra el poblado musulmán de Yelwa, en el centro de Nigeria, en el que perdieron la vida al menos 500 personas.
Annan, en un comunicado emitido por la Oficina del portavoz de la ONU, también expresó su profunda preocupación por el aumento la semana pasada de los enfrentamientos tribales en el país africano.
Por ello, aplaudió los esfuerzos de las autoridades y de las comunidades afectadas no sólo para investigar la matanza de Yelwa y llevar ante la justicia a los autores de la masacre, sino para impulsar una solución pacífica a las disputas.
El secretario general pidió que se tomen medidas firmes para garantizar el Estado de Derecho y buscar la reconciliación, así como respaldar los esfuerzos realizados por gobierno nigeriano para proteger a todos sus ciudadanos.
La localidad de Yelwa se encuentra en el distrito de Shendam, ubicado a 250 kilómetros al este de Abuya, la capital federal de Nigeria, cuyas autoridades enviaron el lunes pasado refuerzos policiales y militares para controlar la situación en la zona.
Los protagonistas de los enfrentamientos son musulmanes de la tribu hausa-fulani y cristianos de la etnia rival tarok que se disputan el control de las tierras fértiles de la región.
Los primeros son pastores nómadas y los segundos agricultores que ha cercado sus terrenos, lo que impide el libre desplazamiento a través de los mismos. EFE
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