Naciones Unidas, 20 oct (EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, alertó de que el proceso de paz entre Georgia y Abjasia se acerca "peligrosamente" a una situación de estancamiento.
En un informe divulgado hoy por la ONU, Annan lamenta que desde julio pasado las dos partes implicadas en la disputa no se han reunido a nivel político y se han suspendido incluso los contactos ordinarios en la reuniones semanales, en las que participa también Rusia y los grupos mixtos de investigación.
"Cabe esperar que después de las elecciones de octubre, la parte abjasia tenga la voluntad política de regresar a los foros establecidos por la ONU para el proceso de paz, sin condiciones y con la intención de buscar soluciones en la mesa de negociación", afirmó Annan.
Asimismo, instó a la parte georgiana a mantener su compromiso de procurar la solución del conflicto en Abjasia y de otras controversias internas exclusivamente por medios pacíficos.
"Estoy totalmente convencido que sólo será posible avanzar en el proceso de paz si ambas partes participan sinceramente en unas negociaciones que aborden el núcleo del conflicto, que es el estatuto político de Abjasia en el Estado de Georgia", declaró.
Annan manifestó que es imperativo que ambas partes garanticen la seguridad de la Misión de Observación de la ONU en Georgia (UNOMIG), compuesta por 116 militares y 166 civiles, y a llevar a la justicia a los que ataquen el personal.
Aún no se han encontrado los autores de la emboscada de un autobús de la UNOGIC en Sujumi en 1998 y del derribo de un helicóptero también de la misión en el valle de Kodori en octubre de 2001.
El pasado día 3 de octubre, la región de Abjasia celebró unas elecciones presidenciales que fueron polémicas y que deberían haber puesto fin a diez años de autocracia del presidente pro ruso, Vladislav Ardzinba, que asumió el cargo tras la victoria en la guerra de secesión contra Georgia.
Asimismo, el Parlamento de Abjasia emitió la semana pasada un mensaje oficial al Kremlin en el que pide el establecimiento de unas "relaciones asociadas" con Rusia.
Tanto Abjasia como la otra región separatista pro rusa, Osetia del Sur, rompieron sus lazos con Tiflis con la intención de adherirse a Rusia, que oficialmente reconoce la integridad territorial de Georgia.
Pese a que la clase política rusa está a favor de la adhesión de estas dos regiones, el Kremlin no puede permitirse aceptar en la composición de Rusia a esos "estados" autoproclamados, cuya independencia no reconoce ningún país del mundo.
El Gobierno de Georgia -que busca el retorno de Abjasia y Osetia del Sur a la órbita de Tiflis, aunque promete no procurarlo mediante la fuerza-, ha criticado en muchas ocasiones la actitud de Rusia hacia esas autonomías rebeldes.
Rusia, que tiene aún bases militares en Georgia y que demora desde hace tiempo su retirada, acusa a Tiflis de querer reconquistar por la fuerza Abjasia y Osetia del Sur, y ha concedido en secreto su nacionalidad al grueso de sus habitantes, en una política calificada por los georgianos de "anexión soterrada". EFE
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