Damasco, 23 abr (EFE).- Un importante responsable sirio admitió hoy, sábado, que el partido Arabe Socialista Baaz que gobierna desde hace décadas en Siria cometió "grandes errores" y no descartó que en unos meses sea levantada la ley marcial, en vigor desde 1963.
"Durante el proceso, el partido Baaz ha cometido grandes errores. Debíamos haber abierto el camino en el campo de las libertades y permitido que la gente hablara con libertad", dijo Abdul Qader Qaddura, miembro del Comité Regional de Liderazgo, máximo órgano político de Siria.
Qaddura, que durante diez años fue también presidente del Parlamento, es el primer alto cargo sirio que critica abiertamente al régimen y admite errores en el pasado.
"Entre estos fallos, está el de que (los baazistas) nos creemos el centro del universo. Creo que, ante la situación que envuelve a Siria, debemos tomar medidas valientes respecto a la libertad de opinión y la lucha contra la corrupción. Todos los ciudadanos han de ser iguales", indicó en un comunicado de prensa.
Las críticas de Qaddura salen a luz en un momento delicado para el futuro de Siria, país acosado por la comunidad internacional y en especial por Estados Unidos, que le acusa de concomitancia con el terrorismo global.
Además, parecen allanar el terreno para el crucial X congreso del partido Baaz sirio previsto para el próximo mes de junio y del que se esperan importantes reformas.
Entre los cambios que se vaticinan se baraja la posibilidad de que se levante la ley marcial que rige en el país desde hace más de 40 años.
"No es necesario que el Congreso del partido tome tal decisión. Puede adoptarse tras la finalización del mismo", declaró en su nota Al-Qaddura.
Las autoridades sirias utilizan el conflicto con Israel, país con el que Damasco está en teórico estado de guerra, para justificar la necesidad de imponer la citada ley de Emergencia.
Estas declaraciones surgen aparentemente al amparo de los nuevos vientos de cambio que parecen soplar en Siria, donde se han percibido señales de cierta apertura.
El pasado mes, el presidente sirio, Bachar al-Asad, puso en libertad a 312 kurdos que, bajo la ley marcial, fueron detenidos por su supuesta participación en unos disturbios ocurridos en 2004 al término de un partido de fútbol y en el que murieron varias personas.
Además, Al-Asad ofreció una amnistía a todos los exiliados políticos y dio instrucciones a las embajadas para que proporcionen documentos de identidad a todos aquellos que quieran regresar al país.
La medida permitió el regreso de dos de los exiliados políticos sirios más conocidos, Yassem Alwan, refugiado en Egipto tras un fallido intento de golpe de Estado en 1963, y el escultor y caricaturista Youseif Abdelki, que pasó 24 años en Francia.
Asimismo, se ha dejado entrever que se prepara una nueva ley para autorizar nuevos partidos políticos. EFE
gb-jm/mlg