Almodóvar acaba rodaje "Volver" con Carmen Maura y Penélope Cruz

Cuando llevaba once semanas del rodaje, que comenzó el pasado 18 de julio y transcurrió entre dos pueblos de La Mancha (centro) y Madrid, Almodóvar escribió en su diario: "Espero, modorro (somnoliento), a que el cameraman haya ensayado los movimientos con la cámara y el director de fotografía haya creado la atmósfera. Entonces entro yo, les indico a los actores cómo deben moverse por el decorado y por qué; normalmente me pego como una lapa y me muevo con ellos".

"Después leemos el texto, les impregno de mis intenciones, que muchas veces están entre líneas, les sugiero el tono y ellos siguen con aplicación mis indicaciones. Vuelvo a indicarles la música de cada palabra, la longitud de cada pausa, la tesitura de cada frase. Los dirijo como si fueran cantantes sonámbulos de una ópera cuya única música son sus palabras", dice Almodóvar.

Llegado ya al último tramo del rodaje, el cineasta manchego, ya agotado, o como él dice "amodorrado", comenta: "Sólo mi trabajo con los actores, único e intransferible en todos los sentidos, consigue despertarme".

En relación con la película dice que "es una historia que se cuenta a través de los ojos de las actrices. Desde el principio me he sentido obligado a verlos, y este impulso me ha obligado a una planificación en la que casi no se notan los emplazamientos ni los movimientos de la cámara".

Una planificación que Almodóvar llama "clásica" o "lo opuesto al estilo Dogma" -del danés Lars von Trier- y que se impuso tras ver el material montado junto al músico Alberto Iglesias, autor habitual de las bandas sonoras de sus películas.

En el diario de su página web, el cineasta detalla el rodaje de una larga secuencia, casi un monólogo, interpretado por Carmen Maura -la madre en la ficción de Penélope Cruz-, en la que la actriz explica a su hija las razones de su muerte y las de su vuelta a la vida. Dicha secuencia es, para Almodóvar "una de las razones" por las que quería rodar "Volver".

"He llorado todas y cada una de las veces que he corregido el texto. Me siento como Kathleen Turner en 'Tras el corazón verde', una ridícula escritora de novelas rosas, muy kitsch, que lloraba mientras las escribía", cuenta el realizador, quien empleó toda una noche en el rodaje de esta secuencia.

"Una noche -explicó- en la que todos teníamos esa extrema concentración ante las escenas difíciles que justo por ello se convierten en las escenas más fáciles, porque todos damos lo máximo de nosotros mismos".

La satisfacción por el resultado conseguido es palpable en el diario, donde Almodóvar escribe: "De nuevo vuelvo a sentir esa complicidad sagrada con Carmen, esa maravillosa sensación de estar ante un instrumento perfectamente afinado para mí. Todas las tomas son buenas, y muchas de ellas extraordinarias. Penélope la escucha. En 'Volver' se habla mucho, se oculta mucho, se escucha mucho y para ser una comedia -eso dice el equipo- se llora mucho".

El cineasta afirma que, en los diecisiete años que han pasado sin trabajar juntos, Maura, como actriz, "no ha cambiado".

"No ha aprendido nada -explica- porque ya lo sabía todo, pero mantener ese fuego intacto a lo largo de dos décadas es una tarea admirable y difícil que no podría decir de todos los actores con los que he trabajado".

Esa misma noche, Almodóvar recibió en el set de rodaje la visita de Cecilia Roth. La actriz argentina, protagonista de su oscarizada "Todo sobre mi madre", representaba esos días en un teatro madrileño "La voz humana" de Cocteau, lo que trae a la memoria del realizador la escena de "La ley del deseo", donde Carmen Maura interpretaba algunos párrafos de esa obra. Y le hace pensar en cómo han cambiado él y Maura en los veinte años transcurridos entre las dos películas.

"En lo personal, Carmen no ha cambiado casi -escribe-. Sigue siendo la dulce dicharachera, que huye de complicarse la vida y que la vive con un humor relajado y nada chirriante. En comparación con ella, noto que todo yo soy más pesado, no sólo físicamente".EFE

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