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Alfred Hitchcock: Las apariencias siempre engañan

Él hizo del crimen un hábito y del suspenso un vicio. Detrás de su pinta de gordito bonachón y medio calvo, estaba el hombre que plasmó la sombra de su personalidad en cada una de las películas que filmó a lo largo de 55 años, en las que dio rienda suelta a sus miedos y obsesiones.

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