Militar francés de origen judío , personalidad central de un célebre proceso que agitó tumultuosamente a Francia durante varios años. Nació en Alsacia. Era capitán del ejército cuando, en 1894, fue arrestado en París bajo la acusación de haber intentado vender secretos militares a una potencia extranjera (supuestamente, Alemania).
En 3 días fue juzgado por un tribunal militar; el fiscal basó la acusación en un solo documento, sin firma ni fecha, que mencionaba los informes ofrecidos en venta.
Aunque no todos los técnicos que analizaron el documento estuvieron de acuerdo en considerarlo "de puño y letra" de Dreyfys, la personal impopularidad de éste, unida a un fuerte sentimiento antisemita, influyó en la sentencia que lo condenó a degradación militar y cadena perpetua . En 1895 fue confinado en la colonia penitenciaria de la isla del Diablo, frente a la costa de la Guayana Francesa.
La familia del condenado consiguió levantar un movimiento en favor de la revisión de la sentencia. Los periódicos, y toda la sociedad francesa, se dividieron en bandos opuestos, y se produjo una gran efervescencia popular. El departamento de Información del ejército observó que continuaban las filtraciones de secretos militares y llegó al convencimiento de que el comandante Esterhazy era el verdadero culpable; a éste se le formó consejo de guerra, pero, no obstante las pruebas en su contra, fue absuelto en 1898.
El movimiento favorable a la revisión de la sentencia de Dreyfus continuó, impulsado, entre otros por Anatole France y Clemenceau. En 1898 el novelista Emile Zola publicó una carta abierta al presidente de la República -el célebre Yo acuso - protestando la inocencia de Dreyfus. Por ello, bajo presión del Ministerio de la Guerra, fue juzgado por difamación y condenado a un año de cárcel.
Entretanto, el coronel Henry que había admitido el amaño de documentos falsos en contra de Dreyfus, se suicidó; y el ministro de la Guerra C avaignac, que había leído en la Cámara de Diputados un documento espúreo referente al caso, dimitió.
La sentencia contraria a Dreyfus fue remitida al Tribunal de Casación que, después de investigar todos los hechos, ordenó abrir un nuevo juicio; éste se caracterizó por las más vergonzosas evasivas. Los testigos militares trataron de perjudicar al acusado, y el fallo no revocó la primera sentencia. No obstante, en 1899 el presidente de la República concedió el indulto a Dreyfus y ordenó su libertad.
Nuevamente llevado el caso a Casación en 1904, se dictó una resolución anulando el veredicto del Consejo de Guerra y declarando que, efectivamente, nunca existió delito y por lo tanto, no cabía imputar a Dreyfus culpabilidad alguna. Se aprobó una ley para reingresarlo en el Ejército con la graduación de comandante, y otra que ordenó el traslado de los restos de Zola, a costa del Gobierno, al Panteón de los Hombres Ilustres. Dreyfus prestó servicios durante la primera guerra mundial.