La Unión Europea de Fútbol (UEFA) sorprendió ayer al anunciar que autorizaba a Alemania y a la República Checa a llamar a dos jugadores suplementarios para la final de la Eurocopa 96, hoy en Wembley.
"Es un caso de fuerza mayor el que empujó a la comisión organizadora del campeonato de Europa a tomar esta decisión", explicó Gerhard Aigner, secretario general de la UEFA. "Hubo un largo debate. Pero con los numerosos jugadores alemanes lesionados, la final corría el riesgo de ser decepcionante".
Como consecuencia de la gran cantidad de lesiones que tuvo su equipo, con tres jugadores sin ninguna posibilidad de jugar (Kohler, Baessler, Bobic), dos seriamente lesionados (Klinsmann, Freund), otros cuatro ligeramente tocados (Helmer, Ziege, Kuntz, Bode), sin olvidar dos suspendidos (Moeller y Reuter), Berti Vogts declaró el viernes que se planteaba alinear sus dos guardametas reservas como jugadores de campo.
Como consecuencia de ello, la Federación alemana pedía a la UEFA que interviniera e informada a la federación checa del paso dado.
Después, la comisión organizadora se reunió en presencia de Lennart Johansson, presidente de la UEFA. En la reunión decidió autorizar a los dos equipos, si lo desean, a llamar a dos jugadores que estén fuera de la lista 22 seleccionados para la Euro 96. "Las dos federaciones tienen hasta el sábado (hoy) a las 15:00 locales (8 a.m. de Costa Rica) para comunicar los nombres eventuales de estos jugadores", precisó Aigner.
Muy deportivamente, la federación checa, que solo cuenta con un jugador suspendido (Latal) y uno dudoso (el guardameta Kouba), dio su acuerdo por boca de su presidente, Frantisek Chvalovsky.
"Aceptamos con espíritu deportivo la decisión de la comisión de organización. No haremos apelación a esta decisión. Por nuestra parte, no utilizaremos esta posibilidad. Tenemos bastante con los 22 jugadores presentes en Inglaterra", dijo Chvalovsky.