Dramaturgo y poeta ; algunas de sus obras han sido llevadas al cine. Dice José María Valverde: "Casona significa, dentro del teatro moderno español, el intento de introducir un hálito de sugestión lírica en medio de la escena realista y costumbrista, sin modificarla en su técnica y perspectiva, pero ensanchándola psicológicamente.
Es sintomático que sea su leit-motiv el tema de "la casa de los sueños", o sea el ámbito donde los ilusos y los locos creen que sus ilusiones son ciertas" En el exilio en Argentina escribió gran parte de sus obras de estilo blando, suave, aburguesado, en muchas de las cuales está presente la nostalgia de la patria.
Nació en Besullo, Asturias . Su nombre verdadero era Alejandro Rodríguez Álvarez. Estudió filosofía y letras en las universidades de Oviedo y Murcia, y se graduó en la Escuela Superior de Magisterio de Madrid. Era maestro en el Valle de Arán cuando comenzó a cultivar la poesía de tono menor y folclorista. A partir de 1933 dirigió el teatro de las Misiones Pedagógicas. Como autor, en 1934 obtuvo, con La sirena varada , el premio Lope de Vega de teatro, concedido por el Ayuntamiento de Madrid. En 1935 ganó el Premio Nacional de Literatura por su libro Flor de leyendas. Publicó luego dos tomos de poesía de tendencia surrealista : El peregrino de la barba florida y La flauta del sapo.
Nuestra Natacha , comedia de ambiente universitario y de intenciones políticas, es de 1935. Dos años después dio a la escena Otra vez el diablo y Prohibido suicidarse en primavera , obras de gran belleza poética. Defensor de la República durante la guerra civil, en 1939 tuvo que exiliarse: en La Habana estrenó El crimen de lord Arturo ; en Caracas, Romance de Dan y Elsa ; y, en Montevideo, Sinfonía inacabada , basada en la vida de Schubert.
Establecido en Buenos Aires, escribió La dama del alba y La barca sin pescador , obras que "revelan una preocupación lírica y conflictiva , pero que, desgraciadamente, a pesar de sus altos vuelos poéticos, no rebasan un condicionamiento sentimental". Los árboles mueren de pie y La llave en el desván se inscriben en la corriente más pura de su teatro de corte poético, así como también Corona de amor y muerte, Carta a una desconocida y La casa de los siete balcones.
En 1962 regresó a España y, con Quevedo como protagonista, escribió El caballero de las espuelas de oro. Otras obras suyas que se representaron en su patria obtuvieron éxito de público, pero no de crítica. Quejándose de ello, Casona argumentó: "La crítica debe orientar, esclarecer, documentar".
Y el escritor Núñez Ladeveze concluye: "Pero la crítica tenía razón. El teatro de Casona, ya anticuado cuando comenzó a escribir, nada dice, a pesar de su innegable maestría técnica y poética, a las nuevas generaciones cultas." Falleció en Madrid.