
PorSergio Arce A.
Alejandra Bogue
Actriz y conductora
¿Son los personajes una creación ‘inocente’ de Alejandra Bogue o cumplen una función?
Para eso soy actriz: para poderme exorcizar de quien soy, para poderme reír de quien soy. Del carácter tan malo que pudiera tener, por ejemplo, Betty BO5 es un retrato de eso.
¿Con cuál de sus personajes exorciza mejor a sus demonios?
Es que yo creo que cada uno (personaje) tiene su lugar, porque todos tenemos de todo, por eso te identificas. Betty BO5 es una crítica, el retrato –de entrada no de Alejandra Bogue– fiel de las enfermedades del alma.
¿Cuáles serían esas enfermedades que se retratan, por ejemplo, con ese personaje?
Arrogancia, pérdida de perspectiva, pérdida de sentido común, egolatría, hedonismo, vivir en un mundo artificial donde todo es inventado y amor al poder.
¿Ha caído Alejandra Bogue en alguno de estos pecados?
¡Ay por supuesto mi amor! Si no, no sabría de lo que hablo.
¿Qué le da equilibrio a su vida?
La felicidad no está afuera: no va a ver tinte de pelo suficiente, no va a ver maquillaje suficiente, no va a ver fiesta suficiente que pueda saciar tus necesidades para encontrar la felicidad. Si tú no generas la felicidad a partir de tí, con conexión de mente, espíritu y ser divino, no hay posibilidad de encontrar la felicidad.
¿Y cómo se siente Betty BO5 en su primera visita a Costa Rica?
(Alejandra habla como su personaje más simbólico): ‘Mi vida, no puede ser en el avión mi amor: andaba dando vueltas en el aire como ave de rapiña. Me puse frenética, golpeé al piloto, golpeé a las azafatas, golpeé a todo el mundo, pero me encerraron en el baño. Yo, allí, quieta de perfil. Eso si: gloriosa, en puntas, cuerpazo, lista para mi sesión de fotos, portadas, multiángulo, multicuerpo, Salma Hayek, Hollywood, mi vida.