Madrid. Símbolo de la resistencia antifranquista, el poeta Rafael Alberti dejó plasmados sus versos más revolucionarios en Desprecio y maravilla , libro que vio la luz en Roma en 1972, en edición bilingüe español-italiano, y que ahora se publica por primera vez en España.
Es el Alberti de la última etapa de su exilio romano, el que denuesta al régimen de Francisco Franco (1939-1975) y censura la guerra de Vietnam, el que escribe Desprecio y maravilla , título inspirado en un verso de un soneto de Lope de Vega.
Editado por Seix Barral, el poemario es, en opinión del poeta y académico Pere Gimferrer, autor del prólogo, "un testimonio único, y de elevadísimo valor literario, acerca del momento de exasperación y horror que marca el período epilogal del régimen franquista y coincide además con el ápice más lúgubre de la guerra de Vietnam".
Como libro unitario, tal y como lo concibió su autor, Desprecio y maravilla nunca se había publicado en España, aunque algunos de los poemas que lo componen se rescataron en el tercer volumen de la obra poética de Alberti.
En la edición italiana, este poemario de Alberti iba acompañado de otro titulado Canciones del alto valle del Aniene , que sí se publicó en España.
Gimferrer atribuye la tardanza en la publicación de Desprecio y maravilla a que, cuando se recuperó a Alberti, fue sobre todo en el momento de la transición a la democracia, y algunos de sus poemas eran "muy fuertes, extremos, y están escritos en un tono muy militante, antifranquista, sin ninguna clase de circunloquios".
Para Gimferrer, no hay dudas de que "en Desprecio y maravilla hay poemas que se encuentran entre los más extensos, ambiciosos e importantes de esa etapa de Alberti y, en el género -precisamente- de poesía civil, de toda su obra".
Tal es el caso de Consonancias y disonancias de España , "el poema más importante" del libro, a juicio de Gimferrer, que también lo califica como "el más duro porque se supone que torean a Franco en la plaza y le dan muerte".
Dice Alberti en ese poema: "Cuádrate, necrofílico sirviente, / que el gran toro de España está impaciente / por enviarte fulminantemente / al infierno delante de la gente. / Cuádrate, marrajo, / triste renacuajo. / El ¡Arriba España! / salió para Abajo. / Muere cabizbajo. / Todo era mentira".
El carácter de poeta civil que tenía Alberti en los años 30 "se acentuó enormemente" en la última etapa de su exilio en Roma, quizás "porque el régimen de Franco va descomponiéndose y la cercanía geográfica de España es ya muy grande", según Gimferrer.
Su actitud contra el régimen queda patente en el poema donde Alberti recuerda a los condenados a muerte en el proceso de Burgos: "Si los condenas a muerte, / si los matas, / ellos serán los seis clavos / de tu caja, / los seis clavos de tu vida, / los últimos, si los matas".
Son años en los que el autor de Marinero en tierra cantaba a España en estos términos: Aquí se trata de España. / Bien se ve que aquí se trata / de esa España / de la reja, la tortura, la mordaza. / De esa España / que por no querer callarse / no morirse, se levanta. / Cada vez más se levanta".