Ginebra . Las inundaciones en Mozambique están provocando un "alarmante incremento" del riesgo de enfermedades como la malaria, de la que se han registrado desde comienzos de año más del doble de casos que en el mismo periodo de 1999, advirtió hoy, viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se calcula que unas 250.000 personas, del total de dos millones de damnificados por las inundaciones, se enfrentan al peligro de contraer la malaria o el cólera entre otros males, señaló el portavoz de la OMS, Gregory Hartl.
En los dos primeros meses del año se han registrado en Maputo, la capital mozambiqueña, más de 22.200 casos de estas enfermedades, frente a los 9.546 del mismo periodo de 1999, agregó.
También se han producido aumentos similares de la incidencia del cólera y la malaria en otras provincias del país, que es cada vez mayor debido a que los supervivientes de la inundaciones siguen durmiendo al raso, sin ningún tipo de protección contra estas enfermedades.
En cuanto al cólera, según los datos del Ministerio mozambiqueño de la Salud, hasta el pasado día 5 se había informado de 1.170 casos, con una tasa de mortalidad del 0,5 por ciento.
Esta enfermedad afecta sobre todo a la provincia de Sofala (1.205 enfermos), mientras que en la capital se han cuantificado 145 casos.
Además de estas enfermedades, también hay un incremento de la diarrea, la conjuntivitis y las enfermedades de la piel entre los damnificados, instalados en los campos de desplazados.
El representante de la OMS en Mozambique, Carlos Tiny, señaló que la comunidad internacional "tiene que hacer más" para ayudar a este país.
Hasta el momento, la ayuda internacional en materia de rescate, alojamiento y comida "ha sido excelente, pero el sector de la salud ha sido olvidado", agregó Tiny en un comunicado de prensa.
La OMS ha hecho un llamamiento de 2,1 millones de dólares para destinar a las necesidades de salud, agua y salubridad, que ha recibido aportaciones de Italia y Suiza, pero aún faltan por financiar 1,8 millones.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también hizo hoy referencia al aumento de las enfermedades entre los damnificados.
En este sentido, su portavoz, Lynn Geldolf, dijo que en los últimos nueve días en el campo de desplazados de Chacalane, con una población estimada de 35.000 personas, se han atendido 3.214 casos de malaria y 14 de diarrea sangrante.
Además del riesgo de una epidemia de malaria, Mozambique se ve amenazado por la aparición de la disentería, sarampión y meningitis, enfermedades contra las que UNICEF va a comenzar una campaña de vacunación infantil, agregó.
Las operaciones de ayuda en curso se han complicado aun más con la caída de nuevas lluvias en la región de Gaza, la más afectada, que han impedido la distribución de víveres, señaló la portavoz del Programa Mundial de Alimentos, Christiane Berthiaume.
Las malas condiciones meteorológicas impidieron ayer el despegue de helicópteros y sólo se pudieron repartir 15,6 toneladas de víveres frente a los 90 previstos para socorrer a 250.000 personas, agregó.
La Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se enfrente a problemas similares para hacer llegar ayuda a los damnificados, señaló su portavoz, Ron Redmon.
ACNUR tiene previsto comenzar la próxima semana a repartir 50 toneladas de mantas y plásticos para refugios de emergencia procedentes de las reservas de esta agencia en Uganda.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.