Buenos Aires, 19 nov (EFE).- Aitana Alberti evocó esta noche los años de su infancia en Buenos Aires en los que su padre, el poeta Rafael Alberti, y su madre, la escritora María Teresa León, crearon una multiplicidad de obras literarias y artísticas.
Aitana Alberti cerró unas jornadas de homenaje en el centenario del nacimiento del poeta gaditano (1902-1999) y de León (1903-1988), que se celebra el mismo año, realizadas en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, donde vivieron casi 23 años, de 1940 a 1963.
Al comenzar la lectura de un texto poético, lleno de íntimas anécdotas, la hija de León y Alberti dijo estar "muy emocionada" para agregar luego que durante los tres días de las jornadas ha logrado "abolir el pasado mediante la comunión de los recuerdos".
Rafael Alberti y María Teresa León, que estuvieron casados desde 1932 hasta la muerte de ella, se exiliaron en 1939, tras la derrota de las fuerzas republicanas en la Guerra Civil española, primero en Francia, luego en Argentina y por último en Italia.
"Tenemos al Alberti memorialista, al escritor de poesía, al traductor, al conferenciante, al dramaturgo, al articulista, a quien incursionó en el cine y colaboró con músicos eminentes", contó Aitana Alberti, que reside en La Habana desde 1982.
"Y al 'poeta en la calle', que desarrolló incansable una labor política, solidaria y militante a favor de los otros exiliados y de quienes penaban en las cárceles de la dictadura franquista", agregó.
La hija de la pareja también describió el clima de intensa actividad cultural que se respiraba en las cinco casas que tuvieron en Buenos Aires y en la que construyeron en el balneario uruguayo de Punta del Este, donde pasaban los tres meses del verano.
Allí daban recitales de poesía, cantaban y representaban obras de teatro junto a escritores de la talla del chileno Pablo Neruda y el argentino Oliverio Girondo, pintores como Raúl Soldi o Lino Spilimbergo y Gonzalo Losada, director de la imprenta homónima.
"La amistad era el eje central en torno al cual se centraba nuestra vida (...) Como los Alberti distaban de ser ricos, muchos caían a la hora de la cena con una damajuana de vino o un pollo", contó Aitana Alberti, quien dijo sentir una gran admiración por su padre como pintor, un veta artística que retomó en Buenos Aires.
La brillante figura de Rafael Alberti eclipsó el lugar de su mujer, quien fue autora de una "prosa deslumbrante" y desarrolló una intensa militancia en defensa de la justicia, la paz y los derechos de la mujer.
"Mi madre escribió novelas, cuentos, guiones de cine, programas de radio, conferencias, artículos. Y con toda la fuerza de su inteligencia edificó un lugar en el mundo lleno de amor y de seguridad para su familia", contó Aitana Alberti.
Rafael Alberti y su mujer formaron parte de una corriente migratoria española que dio un gran impulso a importantes editoriales argentinas como Losada, donde el poeta español publicó más de 20 libros y sus obras completas en una edición única.
"Mucho podía ofrecer (mi padre) y de hecho ofreció a manos llenas al continente americano (...) Los más grandes talentos de las letras, las artes y la enseñanza honraron el alto nombre de España a quienes los acogieron con tanta generosidad", concluyó Aitana Alberti. EFE
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