Su corazón late con fuerza; ella tiene la ganas de vivir de una pequeña de siete años, pero sus latidos son tan acelerados que sus días son una tortura.
Una cruda sentencia enfrenta Desiree Chavarría, pues esta niña de piel bronceada y ojos vivaces debe aguantarse las ganas de correr y brincar de un lado a otro con sus dos hermanos o con los compañeros de primer grado de la Escuela México, en barrio Otoya.
Dar rienda suelta a su ímpetu infantil agrava la enfermedad que carga desde su nacimiento, llamada taquicardia paroxística supraventricular que, de mantenerse, podría comprometer a futuro su vida.
El corazón tiene una serie de conexiones que generan impulsos eléctricos, cada impulso es un latido.
Desiree tiene un trastorno en el "sistema eléctrico" de este órgano y, por ello, sus latidos se aceleran sin control, sobre todo, cuando se agita y presenta infecciones tan frecuentes como una gripe.
"A su edad, ella debería tener 90 latidos por minuto y llega a más de 200", explicó Carlos Mas, cardiólogo del Hospital Nacional de Niños y médico de la menor.
Desiree sufre constantemente de dolores en el pecho y cabeza; mareos y temblores en las extremidades.
Tan sólo este año, ella ha estado internada en diez ocasiones en las unidades de cuidados intermedios e intensivos del hospital.
Mas explicó que los episodios de taquicardia no ceden y han aumentado. Para solucionar su problema, ella requiere de una cirugía llamada ablación que, en el país, no se practica en niños.
Con este procedimiento se introducen varios catéteres por la ingle para llegar hasta las fibras anormales del corazón y, mediante radiofrecuencias, se eliminan los tejidos mal formados.
La cirugía está programada para mediados de noviembre en el Hospital de Niños de Filadelfia, Estados Unidos.
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) cubrirá $7.500 (¢2.355.000), de los $17.000 (¢5.338.000) que cuesta la intervención. El resto... todavía no se sabe.
"Tenemos dos hijos más, yo no puedo trabajar porque necesito cuidar a los niños y con el trabajo de mi esposo apenas recogemos
¢60.000 por mes", indicó su madre, Marcia Briceño, quien solicitó ayuda.
Su hija tiene sin duda la marca de una luchadora. Ella nació en un parto prematuro cuando apenas cumplía cinco meses y medio.
En una incubadora del servicio de Neonatología del Hospital México, la menor comenzó a aferrarse a la vida.
Usted puede ayudar a Desiree a ganar esta nueva batalla depositando su ayuda en la cuenta 90942951-1 del Banco de Costa Rica o llamando al 235-3111.