El pintor costarricense Disifredo Garita, quien falleció el año anterior (1942-1997), cultivó en igualdad de condiciones la poesía y la pintura. Una parte importante de su legado artístico ha sido recogido por sus familiares y amigos, quienes mañana inaugurarán una exposición-homenaje en la Galería Andrómeda.
Veinticinco óleos de diversos formatos y épocas conforman la exhibición, que el autor planeaba exponer a finales de 1997. La mayoría de las obras corresponden a la última etapa de su producción (1994-1996) y el resto forma parte de colecciones privadas, prestadas especialmente para que el público conozca un importante período creativo de Garita.
La exposición, que abarca las dos salas de la galería, será inaugurada a las 8 de la noche, con la participación del Grupo Acústico Latitudes. Como parte de la actividad, se hará una lectura de varios poemas que aparecen en dos poemarios publicados por el artista: Mi sol es tu sol y Desde el principio.
Trazo breve
Pintor precoz (desde los diez años se asomaba su vocación) Disifredo Garita estudió pedagogía en la Universidad de Costa Rica y posteriormente restauración y conservación en México. Años después, dedicado por entero a la pintura, incursionó prácticamente en todas las técnicas: óleo, acuarela, acrílico y dibujo.
Ajeno a las definiciones, afirmaba: "La pintura es para verse, no para capturarse con las palabras". Sin embargo, junto a una intensa obra pictórica, también dejó recuerdos literarios.
A propósito de su trabajo plástico, el pintor y maestro Manuel de la Cruz González escribió: "Describe los objetos y las cosas con sentimiento creativo del detalle y cierta expresividad del tono opulento del sueño; el del mundo sin perspectivas de los pintores poetas y de los poetas pintores, de los pájaros rubíes y los árboles esmeraldas y las aguas turquesa y el aire de suspiro".