por Mar Marín
La Habana, 8 dic (EFE).- La música cubana vuelve a estar de luto tras la muerte del pianista Rubén González, uno de los más reconocidos miembros del popular "Buena Vista Social Club", un experimento que reunió a los mejores músicos de la isla.
Rubén González falleció hoy en su casa de La Habana, a los 84 años, víctima de un fallo cardiorrespiratorio, tras una larga enfermedad.
Conocido como "el hombre piano" en círculos musicales cubanos, Rubén González se había retirado de los escenarios hace más de un año aquejado de una artrosis generalizada que le postró en la cama hace meses y que le provocó la muerte, según los médicos que le atendían.
"Presentaba un cuadro grave generalizado, pero murió de un fallo cardiorrespiratorio", explicó a EFE la doctora Odemis Enríquez.
Rubén González saltó a la fama de la mano del proyecto del músico estadounidense Ry Cooder "Buena Vista Social Club", que reunió a viejas glorias de la música cubana como Ibrahim Ferrer, Francisco Repilado ("Compay Segundo") y Omara Portuondo.
El disco obtuvo un premio Grammy, en 1997, que catapultó a los músicos cubanos y les supuso, en la vejez, el reconocimiento internacional del que no habían gozado en su juventud.
Rubén González aprendió los secretos de la clave cubana con Arsenio Rodríguez, conocido como el "coloso del son", y comenzó a tocar en locales de baile en un populoso barrio de La Habana, en los años 40.
De ahí pasó a acompañar a reconocidos cantantes de la época, como el bolerista Orlando Vallejo; Paulina Alvarez, "la reina del danzonete", y a tocar en orquestas como "América del 55" y prestigiosos cabarés de la época (Parisien, Sans Souci), hasta llegar a convertirse en una figura de la orquesta del Tropicana.
Años después, cuando su carrera parecía acabada, el proyecto "Buena Vista" le abrió las puertas de los escenarios de todo el mundo.
Con "Buena Vista", el músico grabó temas tan reconocidos como "Siboney" de Ernesto Lecuona; "Almendra" de Abelardito Valdés; "Tres lindas cubanas", de Guillermo Castillo; y el "Cumbanchero", de Rafael Hernández.
En una de sus últimas entrevistas, Rubén González decía que le habría gustado que el éxito llegara en plena juventud, cuando era apuesto enamorador al que decían "el mulato nuevo", aunque reconocía también que "más vale tarde que nunca".
Fue uno de los pocos exponentes del llamado "piano con mona" (a contratiempo), una especie de funky cubano que creó escuela para la música latina.
Tras su trabajo en "Buena Vista", el guitarrista Ray Cooder confesó que era "el mejor solista de piano que he oído en mi vida".
A pesar de que su larga enfermedad era conocida, su muerte ha sacudido al mundo musical cubano, que este año perdió también a otro grande de "Buena Vista", a "Compay Segundo", el patriarca del son.
"Compay" falleció el pasado 14 de julio a los 95 años, como consecuencia de una insuficiencia renal complicada con problemas metabólicos.
Antes habían desaparecido otros dos reconocidos miembros del experimento "Buena Vista": los cantantes Manuel "Puntillita" Licea, que falleció en diciembre de 2000, y Raúl Planas, un veterano de la "Sonora Matancera". EFE
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