Río de Janeiro, 22 sep (EFE).- Casada con el ministro de Defensa de Brasil, José Viegas, la actriz peruana Erika Stockholm se ha convertido en una querida celebridad en los escenarios del poder político brasileño y ya comienza a hacer planes para desarrollar su carrera artística en este país.
"Joven, bonita, simpática y con una biografía de las más agitadas es la más original pareja de ministro" en Brasil, según la descripción de la revista "Veja".
Erika está casada con Viegas desde hace tres años y en las fiestas del poder en Brasilia, sean militares o civiles, ella arranca una calurosa atención con sus ojos azules, cabellos rubios y un cuerpo delgado de 1,63 de estatura, explicó el semanario.
La actriz y animadora peruana de ascendencia dinamarquesa conoció al hoy ministro en marzo de 2000. Ella recién se había separado y el meses atrás había quedado viudo.
En sólo ocho meses se enamoraron, se casaron y fueron a vivir a Moscú donde el brasileño fue designado embajador.
Tras dejar su trabajo como presentadora de un programa en el canal peruano Panamericana Televisión, Erika se unió a Viegas, quien le lleva 26 años, y forman lo que "Veja" llama "una pareja de antípodas".
"El es formal y circunspecto, ella es informal y extrovertida, capaz de divertirse con el estilo de su marido", según la crónica.
Erika, que tiene edad como para ser hija de Viegas, ha conquistado la simpatía de los militares y sus esposas en los eventos oficiales y privados en Brasilia.
También aprendió de memoria el himno nacional de Brasil, el Himno a la Independencia y la Canción del Soldado "para hacerlo bien en los actos solemnes".
En las parrilladas de fines de semana ha aprendido a admirar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en quien ve "un sentido del humor increíble", y a la primera dama, Marisa.
Con el deseo de volver a actuar como actriz, Erika aprovecha sus buenas relaciones con el gobierno para hacer su propaganda y abrir su espacio. Ya ha sido invitada a participar en un proyecto de lectura de piezas teatrales en las capitales brasileñas, según Veja.EFE
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