EscucharPor María Peña
Washington, 26 abr (EFE).- Los dirigentes del controvertido "Proyecto Minuteman" instaron hoy en Washington al Gobierno de EEUU a que recrudezca el combate a la inmigración ilegal y obligue a México a detener la "invasión" de sus ciudadanos en este país.
Durante una rueda de prensa, los líderes del grupo de voluntarios civiles, Jim Gilchrist y Chris Simcox, no ofrecieron nada nuevo pero pidieron el apoyo político de Washington a su causa contra la inmigración ilegal.
Reiteraron sus quejas de que los inmigrantes indocumentados quitan empleos a los estadounidenses, son una carga pública y, sobre todo, representan una amenaza para la seguridad nacional.
Asimismo renovaron su llamado para la militarización de la frontera con México, e informaron de que ampliarán su movilización civil contra los inmigrantes indocumentados en las fronteras con México y Canadá.
A partir de junio próximo, el grupo civil espera llevar sus patrullajes al sector entre San Diego (California) y Baja California (México) y, para el mes de octubre, ampliar su misión al resto de los estados fronterizos.
Sin fecha previsible, el grupo hará lo mismo en la frontera con Canadá porque, a su juicio, esa frontera "es igual de porosa" y Ottawa tampoco ha hecho lo suficiente para frenar el paso de los inmigrantes sin papeles.
Simcox señaló que llevará su lucha a estados como Vermont, Michigan y Dakota del Sur, porque la meta es frenar a los "comerciantes de esclavos", y "asegurar nuestras fronteras hasta que el Gobierno capte el mensaje de que no vamos a desaparecer".
Gilchrist insistió en que EEUU debe poner coto a los inmigrantes indocumentados porque el país no da abasto para tanta gente, y de igual manera acusó al Gobierno del presidente Vicente Fox de no hacer lo suficiente por poner en marcha reformas sociales que disuadan la emigración ilegal.
Los voluntarios civiles del "Proyecto Minuteman", muchos de ellos armados, han realizado desde el pasado día primero patrullajes en un tramo de la frontera entre Arizona y Sonora (México), durante los cuales denuncian ante la Patrulla Fronteriza a cualquier inmigrante indocumentado que se aventure por la zona.
Según Simcox, en lo que va del mes su grupo contribuyó con la captura de más de 330 inmigrantes indocumentados, pero esa cifra no ha sido confirmada independientemente o corroborada por la Patrulla Fronteriza.
Agregó que el "Proyecto Minuteman" cuenta ahora con unos 15.000 voluntarios, pero ese número tampoco ha sido confirmado de forma independiente.
Al inicio de los patrullajes en el sureste de Arizona, el grupo dijo que contaba con unos 1.100 voluntarios, pero en muchas ocasiones los voluntarios no superaban el centenar.
Sin importar el número total de arrestos o de integrantes del "Proyecto Minuteman", Simcox insistió en que su grupo ha logrado atraer la atención sobre la porosidad de las fronteras y el peligro que esto representa para la seguridad nacional a la luz de los atentados de 2001.
En la misma rueda de prensa, Chuck Floyd, un militar jubilado del Ejército de EEUU, señaló que los cerca de "22 millones de inmigrantes indocumentados" -la cifra oficial que maneja EEUU es de entre ocho y diez millones- cuestan a la economía estadounidense unos 100.000 millones de dólares anuales.
Con esto en mente, el grupo presentará mañana, miércoles, durante una rueda de prensa en el Congreso, una estrategia multifacética de amplio alcance contra la inmigración ilegal que incorporará cuatro recomendaciones en los frentes nacional y exterior.
A nivel internacional, el grupo quiere que EEUU renegocie diversos tratados de forma que obligue a Canadá y México a resguardar sus fronteras.
Dentro del país, pide que se cierre el cerco a los inmigrantes indocumentados mediante leyes punitivas que, por ejemplo, prohíban el uso de la matrícula consular mexicana para trámites oficiales.
La existencia y misión del "Proyecto Minuteman" ha suscitado la repulsa de grupos defensores de los inmigrantes en ambos lados de la frontera, y del propio Gobierno de México, que espera de Washington un acuerdo que permite la inmigración "legal, ordenada". EFE
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