
Puerto Limón. Luego de ocho horas de conclusiones y cinco para decidir, el Tribunal Superior de esta ciudad, condenó a un total de 79 años de prisión a tres de los miembros del "Comando Cobra".
Los jueces, Carlos Porras, Celso Gamboa y Vinicio Castillo, dictaron ayer a las 11 p.m., 42 años de cárcel contra Minor Masís Artavia, líder del grupo, por tres delitos de privación de libertad, un delito de concusión, una violación y el homicidio calificado de Rolando Watson Suárez.
Los afectados eran indígenas del Alto de Talamanca, donde el "Comando Cobra" realizaba un operativo antidrogas en febrero de 1992.
Masís deberá además cancelar ¢6 millones por concepto de indemnizaciones a los familiares de Watson y a la indígena Casimira Martínez.
En el caso de Manuel Sarmiento, segundo al mando, deberá descontar 32 años por el homicio simple de Víctor Julio Trejos, una violación y tres privaciones de libertad. Deberá, además, cancelar ¢2 millones a la familia del occiso y la misma suma en solidaridad con Masís y el Estado por la violación.
El tercero de los condenados es Ricardo Alvarado, contra quien el Tribunal dictó cinco años de cárcel por el delito de violación en perjuicio de Melania Martínez, a quien pagará ¢1 millón.
Las penas fueron significativamente menores a las que solicitó Juan Carlos Cubillo, representante del Ministerio Público, en horas de la mañana. El fiscal había solicitado 82 años para Masís, 69 para Sarmiento y 33 para Alvarado.
Para los ocho restantes, Cubillo solicitó al Tribunal 23 años de condena. No obstante, todos estos salieron libres.
Peticiones
Las peticiones del Ministerio Público fueron combatidas en forma vehemente por los defensores, quienes utilizaron las contradicciones de los testigos como principal mecanismo a favor de los imputados.
Es el caso de los abogados Allan Arburola y Alejandro Madrigal, representantes de Masís y Alvarado, respectivamente. El primero de ellos analizó uno a uno los testimonios clasificados en falsos sospechosos o complacientes. Madrigal, por su parte, aseveró que los paisanos -como llamó a los indígenas- se habían burlado de casi todos ya que habían preparado una versión para proteger el narcotráfico, único sustento en Talamanca.
Al final de la noche se evidenció que estas manifestaciones no influyeron lo suficiente en el Tribunal, quienes ordenaron la inmediata detención de Masís y Sarmiento. Ambos expresaron, mientras les colocaban las esposas, que todo se trataba de una mentira y que esto era una triste experiencia para los policías que combatían el narcotráfico.