Para Elbert González, quizá esta sea la carrera más importante de su vida. Porque es un hecho que la más trascendental la inició hace años, cuando se levantó de una vez por todas de la penosa cárcel de la drogadicción y el alcoholismo para emprender una ejemplar batalla contra el pavimento.
González no solo ha sido el ganador de las últimas ultramaratones que se han organizado en el país, sino que hace un año se adjudicó, junto con su hermano Marvin, el récord de recorrer más de 300 kilómetros desde Guanacaste hasta la Basílica de Los Angeles, como un agradecimiento a la Patrona Nacional por haberlo ayudado a superar los vicios.
Ahora, Elbert vuelve a empeñar sus excepcionales cualidades físicas y espirituales, pues se ha propuesto en una empresa atlética nunca antes realizada en el país: recorrer Costa Rica de punta a punta, en un trayecto de casi 800 kilómetros a lo largo de los cuales no solo establecerá un nuevo récord en la categoría de larga distancia, sino que recaudará fondos para los proyectos de Visión Mundial Internacional, que apoya a niños y familias necesitadas de Guanacaste y Upala.
Elbert zarpará el 22 de noviembre de Limón centro hacia Guápiles, pasando por Siquirres. El 23 saldrá hacia Puerto Viejo de Sarapiquí y de ahí continuará hacia Venecia de San Carlos. Al día siguiente transitará el trayecto entre Venecia, Ciudad Quesada y La Fortuna, para seguir el 25 hacia Nuevo Arenal y Tilarán.
El 26 realizará el recorrido hacia Cañas, Liberia y Santa Cruz, y el 27 llegará a Nicoya.
Un día después arribará a Jicaral y Puntarenas, y el 29 tiene programado su penúltimo esfuerzo cuando se desplace desde el puerto del pacífico hacia San Ramón, Palmares y Naranjo.
Finalmente, para el domingo 30, el corredor realizará el último recorrido de su excelsa carrera, cuando se desplace desde este cantón hasta San José centro, donde rematará en el Estadio Nacional.
Esfuerzo descomunal
¿Cómo logrará Elbert correr un promedio de 100 kilómetros diarios a lo largo de nueve días? Para nadie es un secreto que esta meta suena bastante pretensiosa.
Sin embargo, tanto Elbert como Visión Mundial han previsto todos los detalles para llevar a buen puerto la faena. Para empezar, González prácticamente ha duplicado sus entrenamientos diarios: ahora corre durante dos horas en las mañanas y tres por la tarde, además de las dos que invierte en pesas y ejercicios de fortaleza en un gimnasio en La Sabana.
Por otro lado, el especialista en medicina deportiva, Gerardo Murillo Cuza, se ha involucrado tanto con el proyecto que acompañará a Elbert durante todo el recorrido con un equipo de soporte completo, integrado además por una nutricionista, un microbiólogo y un cardiólogo.
De esta manera, el corredor estará sometido diariamente a electrocardiogramas, pesajes y exámenes de sangre y masa muscular que garanticen que su organismo no se descompense con el descomunal esfuerzo.
Murillo Cuza ha calculado que González tendrá que dar aproximadamente 13 millones de pasos para lograr su cometido, lo cual no solo implica un cansancio extremado del organismo, sino algunos problemas dermatológicos por el roce de las tenis y la pantaloneta con la piel.
Por estas razones se tiene previsto que Elbert gaste al menos tres pares de tenis durante su travesía, y se le efectuarán vendajes y tratamientos especiales en las áreas del cuerpo que se puedan ver afectadas por el roce de la ropa.
Además de llevar su propio equipo médico, Elbert será precedido durante todo el camino por dos motorizados del tránsito que se encargarán de facilitar el paso del corredor y, a la vez, anunciar su llegada a los distintos poblados donde se pretende promocionar la labor filantrópica de Visión Mundial.
La caravana la completan uno o dos vehículos con funcionarios de este organismo internacional, y uno más que transporta a la familia de González, como parte de un plan adicional de apoyo moral que, sin duda alguna, será vital para él.
La idea es que el domingo 30 de noviembre, a la altura del puente Juan Pablo II, todos los atletas que así lo deseen se unan a Elbert en el remate de su récord, para entrar todos juntos en el Estadio Nacional.
Según afirmó Luis Diego Solórzano, encargado de mercadeo de Visión Mundial, están organizando a las diversas escuelas que están en la ruta de Elbert para que los niños vayan a recibirlo a la entrada de los pueblos, y, de esta forma, involucrar a los chiquitos en este proyecto de ayuda a sus semejantes de zonas tan deprimidas como Guanacaste y Upala.
Visión Mundial es una organización internacional de carácter humanitario. Tiene oficinas en más de 90 países en el mundo y categoría de organismo consultor ante las Naciones Unidas. Desde 1980 trabaja en Costa Rica promoviendo el patrocinio de niños pobres para que estos puedan estudiar y desarrollarse, así como a familias de escasos recursos, primero en la provinicia guanacasteca, y últimamente también en Upala.
La idea de Visión Mundial es que los niños, además de recibir a Elbert y correr a su lado en el último kilómetro en cada comunidad, compartan con él y con el equipo médico que lo acompaña charlas acerca de la importancia del deporte y maneras concretas de decir "no" a las drogas.
Retrato de un vencedor
- Nombre: Elbert González Esquivel
- Esposa: Norma Guerrero Robles
- Hijos: Cristóbal (15 años), Elbert (13), Abraham (9), Gregory (5) y Angie (3)
- Residencia: Urbanización Chorotega, Alajuelita
- Oficio: Dueño de un taller de soldadura
- Especialidad: Ultramaratón
- Triunfos: Ganador de las últimas cinco ultramaratones en el país. Récord, junto a su hermano Marvin, en una carrera de 300 kilómetros desde Guanacaste hasta la Basílica de Los Angeles, en Cartago.