Si en algún momento ha atravesado el infierno que describe Dante, leyendo La Divina Comedia, quizás haya sentido en algún momento que aquello lo pudo haber dibujado Salvador Dalí. Pues lo hizo, pero 700 años después del nacimiento del filósofo florentino. El resultado ahora lo apreciamos en el Museo del Jade, en San José.
La Divina Comedia ilustrada por Salvador Dalí recopila 100 obras realizadas en grabado en madera y litografía, y se puede ver hasta el 25 de mayo en el segundo piso del museo, ubicado en la Plaza de la Democracia.
El proyecto expositivo ha recorrido 11 países y en Costa Rica se presenta por colaboración del Museo del Jade y de la Cultura Precolombina del Instituto Nacional de Seguros, la Embajada de España en Costa Rica y la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER).
Con esta oportunidad, quien visite la exposición atravesará el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso contemplando obras donde el surrealista Dalí, a su regreso de Estados Unidos, reconectaba con un texto que lo había acompañado por décadas.

Salvador Dalí y la Divina Comedia
La Divina Comedia es una reflexión filosófica y política de Dante Alighieri, y es una obra fundacional del idioma italiano. En la obra, Dante emprende un viaje alegórico acompañando el alma después de la muerte, inspirado en el pensamiento cristiano de su época.
Al poeta lo guían el poeta Virgilio, su amada Beatriz y el devoto mariano San Bernardo de Claraval, mientras va observando lo que ocurre con los pecadores, los piadosos, los arrepentidos y toda clase de hombre y mujer en su trayectoria hacia Dios.
La riqueza poética y descriptiva de Dante era materia adecuada para Dalí, cuya obra está salpicada de imágenes inspiradas en la tradición cristiana. El Instituto Poligráfico de Italia se preparaba para la celebración de los 700 años del nacimiento de Dante que se celebrarían en 1965, así que varios años antes le comisionó a Dalí ilustraciones de toda la obra.
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Para Dalí fue una honra. “Es una obra que me atrae hasta la obsesión porque encuentro los dos aspectos de mi propia vida. El libro me apasiona y ya tengo construido mi trabajo mentalmente”, dijo cuando se anunció el encargo. Preparó 33 acuarelas para cada reino espiritual y una para la introducción.
Pero como se trataba de Dalí, justamente, uno de los artistas más controversiales del siglo XX, pues inevitablemente la cosa se complicó. Primero, hubo críticas por seleccionar a un artista no italiano para la comisión, pues la Divina Comedia representa el pináculo de la literatura italiana.
En algún momento, Dalí incluyó unas cuantas acuarelas en otra exposición y cayeron fuertes cuestionamientos por las figuras cuasieróticas de algunas de ellas... El gobierno italiano se asustó y rescindió el contrato.
Aunque hasta Pío XII intervino por Dalí, el proyecto no prosperó. Sin embargo, Joseph Forêt le propuso a Dalí publicarlas y entre 1959 y 1963 se trasladaron a mano a planchas de xilografía, y vieron la luz con Éditions d’Art Les Heures Claires. Se imprimieron 33 ejemplares en París.
Habiendo superado su propio purgatorio, y poco después de conmemorar 700 años de la muerte de Dante, ahora llegan estas ilustraciones al Museo del Jade. Ya en el 2023, habíamos podido apreciar allí una selección de Los sueños Caprichosos de Pantafrugel y Las cenas de Gala.
Puede visitar La Divina Comedia ilustrada por Salvador Dalí de lunes a domingo de 8 a. m. a 5 p. m. La entrada para adultos vale ₡3000 (y los domingos es 2x1), para estudiantes con carné ₡1200, y para adultos mayores y menores de 5 años la entrada no tiene costo.
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