El 2020, que prometía ser muy productivo para los artistas, se convirtió en el año de las cancelaciones y suspensiones de muchos conciertos y actividades artísticas.

La industria del entretenimiento fue de las primeras en ver sus actividades detenidas por causa de la pandemia mundial causada por el nuevo coronavirus y eso provocó que los artistas buscaran la manera de mantenerse vigentes, aprovechando las facilidades de la tecnología para lograrlo.

En nuestro país desde que se confirmó el primer caso positivo de covid-19 en marzo, las autoridades determinaron suspender todas las actividades masivas en territorio nacional hasta setiembre para evitar el contagio de la enfermedad.

Esa decisión provocó que tanto espectáculos internacionales como los conciertos de Kiss o el de Alejandro Sanz se suspendieran; lo mismo pasó con los shows de los artistas costarricenses que vieron como, poco a poco, sus ganancias se reducían hasta un 100%.

Los conciertos virtuales se convirtieron en una ventana para seguir activos. Rápidamente, empresas e instituciones se unieron a los artistas para ofrecerles un espacio de exposición y, de paso, para que el público en casa pasara con más facilidad el trago de vivir en cuarentena. Esos espectáculos comenzaron siendo gratuitos para el consumidor.

Durante los primeros meses la oferta fue amplia, pero con el paso del tiempo esos conciertos virtuales han ido cayendo en continuidad.

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Ahora, la industria musical en el mundo y en nuestro país vive un proceso de reactivación. En ese camino hay artistas y productores que optan por dar un paso más allá y cobrar por los espectáculos virtuales que ofrecen.

Esta nueva opción la ha aplicado en nuestro país el músico Pato Barraza y próximamente lo hará Carlos Tapado Vargas. También la agrupación Percance está próxima a realizar un concierto internacional y fuera de nuestras fronteras la empresa Move Concerts produce el show de estreno del nuevo disco de la puertorriqueña Kany García.

Ellos nos explican desde su perspectiva los pros y contras de esta nueva mecánica.

Cuestión de costumbre

Pato Barraza fue uno de los primeros en ponerle un precio a los conciertos virtuales que ha realizado desde que comenzó la pandemia, aunque también ha hecho otros que son gratuitos. La decisión de cobrar una entrada virtual la tomó luego de que le cancelaran 17 presentaciones que tenía pactadas para marzo.

“Hay que intentar nuevos métodos para que la gente sienta que el rato, el esfuerzo y el conocimiento que tenemos debe de ser pagado; hay muchas personas que no creen en eso todavía y que piensan que todo debe de ser gratis”, explicó Barraza.

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El artista confirmó que actualmente trabaja más del triple para ganar un tercio de lo que lograba antes de la pandemia, pero afirma que ha tenido buena respuesta del público. La mecánica de Pato es sencilla: una o dos veces a la semana realiza un concierto acústico desde sus redes sociales, le pone un precio simbólico a la entrada (₡2.000) y de ahí en adelante lo que las personas quieran pagar de más es ganancia.

“Hay que preparar conciertos específicos para cada semana, con especiales. En mi caso toco música argentina, rock, grunge y hasta de los años 80; todo lo ensayo y lo presento a mi manera”, explicó.

En el caso de Tapado él concuerda en que ofrecerle al público algo diferente es la clave para comenzar a crear la cultura de pagar por algo que verán gracias a la Internet. Dentro de unos días el percusionista, que también es terapeuta, presentará un espectáculo en el que combina su experiencia en ambos ámbitos para darle a su audiencia un espacio de bienestar y sanación a partir de la música.

“He participado en espectáculos gratis con Malpaís y Éditus, eso está muy bien y fue el boom de los primeros meses, pero ahora todo empieza a cambiar y hay que buscar nuevas formas de llegarle al público. Mucha gente no visibiliza que los primeros que fuimos cancelados de trabajo fuimos los artistas y, probablemente, seremos los últimos que volvamos a trabajar”, afirmó Vargas.

Este proceso de cobro por las transmisiones está en pañales para los artistas en el país, pero Vargas asegura que así es como siempre se empieza, desde cero. Para lograr que la mecánica funcione, Tapado está de acuerdo con Barraza en que hay que darle a la audiencia pluses para llamar su atención y la intención de paga.

“Los generadores de contenido tenemos que aliarnos porque yo no podría pagar todo lo que me implica una transmisión en línea, el costo sería muy alto. Lo hermoso es eso, que nos unimos para ganar todos, ya que detrás de la producción hay un gran equipo de trabajo”, agregó.

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Internacional

La banda nacional Percance solo ha participado de un live streaming desde que comenzó la pandemia. Durante estos meses han declinado ser parte de otras transmisiones porque tenían la mira puesta en algo grande, así lo confirmó Luis Felipe Téllez, representante del grupo.

Esperar y ser pacientes fue la fórmula de Percance. El resultado de esa fórmula está pronto a mostrarse, ya que la agrupación tendrá un show en línea el 24 de julio. La promoción de este espectáculo se está haciendo principalmente para México y Costa Rica, pero se puede ver desde cualquier parte del mundo pagando una entrada que está a la venta en un servicio de tiquetera tan grande como Eticket.mx. Los boletos tienen dos precios, uno en preventa y otro para el día del evento.

Téllez explicó que desde el principio decidieron no “quemar el show” y que esperaron hasta tener la mejor oferta. “Empezamos a trabajar con alianzas, en este caso con la empresa Bobo (su representante en México) para estar vinculados a su cartelera”, afirmó Téllez.

El concierto de Percance tiene valores agregados como que se transmitirá desde un lugar especialmente diseñado para el espectáculo, además contarán con invitados internacionales durante el show. “Por ser virtual no va a tener calidades inferiores a lo que hemos hecho antes. Queremos validar este modelo para darle también la oportunidad a otros artistas”, agregó Téllez.

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Con más de 25 años de experiencia y de trabajar arduamente en la industria de la música, el productor Andrés Guanipa, de la empresa Move Concerts, afirmó que esta es la primera vez que se ve sin trabajo que producir. Así que él, en colaboración con la puertorriqueña Kany García y su equipo, montaron un espectáculo especial para presentar el más reciente álbum de la boricua, también bajo el concepto de pago por entrada al show virtual.

“No es un simple concierto donde se va a presentar un disco. El espectáculo tiene esa novedad, pero también va a cantar sus éxitos, hicimos una producción absoluta como si fuera un unplugged, pero bien hecho, no desde su casa; es una cosa bien pensada y profesional”, contó Guanipa.

El productor reafirmó que en Latinoamérica no existe la costumbre de pagar por espectáculos en línea, así que depende de la propia industria crear esa cultura. Esto se logra, según su experiencia, brindándole al público contenido de calidad.

“Hay que buscar novedad y actualidad. Para este tipo de formatos no existe la presentación del show de manera tradicional: o le pones un plus o la gente no está interesada en comprar una entrada”, aseveró.

Guanipa confirmó que el movimiento de la venta de los tiquetes para este especial de García ha tenido un “buen movimiento”, principalmente en Puerto Rico; pero que en México, Colombia y Costa Rica también se han vendido bien los boletos.

El trabajo en conjunto es otra de las aristas que rescató el experimentado empresario, porque asegura que de no ser por una labor colaborativa entre la artista, la producción y las empresas patrocinadoras, sería muy difícil cubrir los gastos de montaje y transmisión.

Estos son claros ejemplos de que la industria de la música busca adaptarse a las nuevas tendencias, ahora es el turno del público de comprender y apoyar a sus artistas favoritos con la reciprocidad de recibir contenido de entretenimiento hecho con calidad.