“Un clásico te da la vida o te la quita”, me dijo una vez Mauricio ‘Chunche’ Montero en la previa de un juego ante los morados. “Eso es lo bonito de estos partidos, pero hay que ganarlos. Luego no hay excusa que valga”, concluyó el ídolo rojinegro en una de las conversaciones que sostuvimos en el Morera Soto.
Hoy, luego de tres escenas de terror para la hinchada rojinegra en nueve meses, podemos decir que Alajuelense resulta ser el salvavidas de su archirrival.
Vamos a retroceder la cinta al 18 de abril del 2021, los manudos le propinaron una paliza (5-0) al Saprissa de Roy Myers, ese equipo acumuló 11 partidos sin ganar, nueve en torneo nacional y dos en Concacaf. Es más, en la Liga de Campeones de Concacaf quedó eliminado apenas el miércoles anterior, a manos del Philadelphia Union (5 a 0 en el global).
La dirigencia morada salió al paso, cesó al Maravilloso y Mauricio Wright tomó el reto de apagar el incendio. En un final de infarto ante San Carlos, metió al Monstruo a semifinales en la cuarta casilla.
En las apuestas, poquitos pujaban por los de Tibás. Al frente tenían a un Alajuelense que llegaba a la fiesta grande invicto, cerró la fase regular con 14 victorias y 8 empates para un total de 50 puntos.
No lo olviden. Penales errados, tanto en el primer partido en La Cueva como en la vuelta en el Morera Soto. Y una gran actuación del arquero Aaron Cruz, porque no debemos ser mezquinos.
En la Supercopa, disputada en el mes de agosto del 2021, sucedió lo mismo. Saprissa levantó el título al pasar por encima con un 4-1.
En el pasado diciembre sucedió lo mismo, Cruz resultó otra vez protagonista y el mexicano Daniel Arreola el villano, otro penal desaprovechado, otra eliminación en series finales.
Y la más reciente escena fue el pasado 13 de febrero, una Liga enormemente superior durante todo el juego se hincó en la ‘Saprihora’ en solo descuido que le costó encajar un gol en un tiro de esquina, después de esa acción terminó el juego en el Nacional.
El peor Saprissa le ganó al rival de siempre, otra vez.
El cuadro de Iñaki Alonso es lo único positivo que ha hecho desde que inició el año, ganarle al archirrival y empatarle al Pumas mexicano con un marcador de 2-2. Solamente eso. Quedó eliminado en Liga de Campeones de la Concacaf goleado (6-3) y ocupa la casilla número 11 del torneo local.
El técnico del cuadro saprissista llegó al cara a cara con el eterno rival con una sentencia presidencial. “No hay margen de error”, dijo el presidente Juan Carlos Rojas en su trinchera favorita: Twitter.
Pero el Chunche lo dijo claro: “el clásico te quita la vida o te la da”, hoy Iñaki sigue al mando del cuadro tibaseño con un rendimiento del 31%, ganando 15 de 51 puntos disputados en una ‘master class’ de ocho derrotas, cuatro empates y cinco victorias. Pero ganó el clásico.
Después de ese juego, Alajuelense fue tan solidario, con quien no tiene piedad de él, que pasó el ardor de las críticas de San Juan de Tibás al barrio El Llano en Alajuela. Así de sencillo, porque su afición no quiere triunfos de poca monta, su gente quiere victorias importantes, sin dejar de lado que esas victorias son las que dan títulos.
La crisis manuda no está en perder con Sporting o empatar con cualquier otro equipo del campeonato. La felicidad de su afición no está en ganarle a Jicaral, el orgullo de esa hinchada está en ganarle a Herediano y Saprissa.
Está en llegar a las instancias finales y que el equipo no se caiga mentalmente, en palabras del capitán Bryan Ruiz. Ese ídolo que le habla a su gente sin excusas y sin esconderse.
Alajuelense debe poner como objetivo aprobar los capítulos que verdaderamente importan, en dejar ser el salvavidas morado.
El fiscal de la Junta Directiva manuda, Manrique Lara, tomó una postura algo extraña para su papel en la dirigencia, es el representante de los socios en la directiva y buscó la manera de justificar muchas cosas en los medios de comunicación.
Le recuerda al aficionado lo que ya saben, él enfatiza en que hay muchos proyectos exitosos encabezados por esta junta directiva. Habla del proyecto femenino en el que caminan en coche gracias al empeño del presidente Fernando Ocampo, del dirigente Sebastian Trigueros y de la pieza central, Mercedes Salas. Un proyecto en el que al inicio parte de los directivos no creían y se dejaron decir cosas que no vale la pena amplificar, porque son absurdas.
Resalta el CAR y las finanzas sanas, pero todo esto también la afición lo valora y lo resalta, el aficionado no es tonto y le da coraje que le quieran pintar la cara.
Su crisis está en la hora de la verdad. No lo digo yo y no lo dice el Chunche, lo dicen los resultados de los últimos nueve meses. La Liga es un equipo grande y no celebra triunfos de poca relevancia. Esa hinchada es feliz ganando títulos.