En una conquista inédita para el cine costarricense, el filme El despertar de las hormigas se coló entre los cuatro finalistas de los Premios Goya, en la categoría de mejor película Iberoamericana.

Las nominados a la contienda fueron anunciados la madrugada del 3 de diciembre por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, ente que organizará la gala de premiación el 25 de enero.

“Recibimos la noticia con muchísima alegría porque es a primera vez que esto pasa y es con una película como El despertar de las hormigas que está hecha con mucho esfuerzo y muchísimo cariño. Es muy importante para nosotros haber logrado esta nominación porque es como jugar en las grandes ligas y la competencia estaba muy dura con países que tienen muchísimo más apoyo para su cinematografía. Estamos superorgullosas. Ahora solo queda prepararse para enero y seguir trabajando muy duro para que el nombre de Costa Rica llegue muy alto y la gente conozca el talento que existe en nuestro país a través de la película”, expresó Amaya Izquierdo, productora del filme quien conversó con Viva desde Argentina.

Por la ansiada estatuilla, El despertar de las hormigas competirá con las siguientes películas: Araña (Chile), La odisea de los Giles (Argentina) y Monos (Colombia). De todos estos títulos, la cinta nacional destaca por ser la única dirigida por una mujer en esta categoría: Antonella Sudasassi.

“Estar nominados a los Goya es realmente un gran orgullo que nos tiene hiperemocionados. Nos agarró por sorpresa, nos tiene en shock. Estamos sumamente felices y es un honor que nos nominen. Estaban películas iberoamericanas superimportantes y que seleccionen a Costa Rica pone en alto el esfuerzo de tantos años de sacar esta película adelante, pero también es honor al país porque vuelve la mirada hacia el cine y las historias que estamos contando desde Costa Rica”, manifestó Sudasassi, directora del filme.

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Construyendo el hito

La película El despertar de las hormigas presenta la historia de Isabel, una tranquila mujer madre de dos niñas y esposa de Alcides, hombre que desea tener un nuevo hijo. Isabel se siente presionada por su marido y resto de familia y el filme, poco a poco, traza entre sueños y retratos de la Costa Rica rural un reposado viaje en el que la protagonista intenta darle forma a sus sentimientos al respecto.

Daniela Valenciano interpreta a la serena mujer, mientras que Leynar Gómez encarna al esposo, un hombre amoroso con sus hijas pero que, al igual que todos los personajes de la cinta, padece el mismo machismo en que ha sido criado.

La cinta ha tenido un largo recorrido internacional, con premios asomándose por doquier. Once galardones fuera del país más la corona del Costa Rica Festival Internacional de Cine han convertido al largometraje en un centro de aplausos tanto en nuestro país como en certámenes fuera de nuestras fronteras.

La popularidad de la cinta se asomaba desde su estreno en el Festival de Cine de Berlín, mejor conocido como Berlinale, prestigioso encuentro cultural donde Sudasassi y compañía se dieron el lujo de ver el nacimiento de su filme.

La directora ha sido clara en que su película, más que una denuncia, pretende retratar el sistema machista que se hereda de generación en generación como un acuerdo tácito. “Para mí es una película sobre la no maternidad, sobre cuándo se desea algo y cuándo no”, explica la cineasta.

Con respecto al éxito, Sudasassi enfatiza en que “uno no sabe cómo se va a recibir la película. Uno la deja ir y la verdad es que la recibida tan grande que ha tenido emociona muchísimo. A los festivales que hemos ido recibimos buenos comentarios y ahora recibir esta candidatura es algo que, por supuesto, uno no espera cuando estaba grabando la película”.

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Su cinta deberá enfrentarse en una selección que, como es de esperarse, reúne grandes títulos. Los Premios Goya son los reconocimientos que se entregan anualmente a los mejores trabajos del cine en español.

Costa Rica se postuló con El despertar de las hormigas para esta competencia en la categoría Mejor película iberoamericana (el país también postuló la cinta para luchar por un espacio en la nominación de mejor película en habla no inglesa para los Óscar) y logró superar a otros filmes que aparecían como favoritos, entre ellos el filme mexicano La camarista, de Lila Avilés.

La selección de cuatro películas las completa con Monos, filme colombiano de Alejandro Landes que la directora ya visualizó; el filme La Odisea de los Giles, que va por Argentina con el rostro del popular Ricardo Darín; y Arañas, cinta chilena de Andrés Wood que retrata el gobierno de Salvador Allende.

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“Pues son pesos pesados los que están en competencia. Monos es una gran película y los otras dos películas están abriéndose su espacio y no dudo de su calidad. Esperamos poder hacer algo histórico para Costa Rica, tenemos la ilusión”, comentó la cineasta sobre los otros candidatos.

Momento oportuno

Para la productora Amaya Izquierdo, esta nominación es un recordatorio de los logros que puede alcanzar el cine costarricense. Esta candidatura llega en medio de un debate político en Costa Rica sobre un nuevo proyecto para definir una ley de apoyo a la cinematografía nacional.

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Según la propia productora, El despertar de las hormigas tiene un presupuesto de $350.000, de los cuales el apoyo del fondo costarricense El Fauno (que será uno de los primeros afectados por el recorte al sector cultura recién ocurrido) fue de cerca de ¢20 millones. “Es muy relevante, sin el fondo hubiera sido imposible. Nos ayudó a finalizar el resto de financiación para que la película tenga esta repercusión que nos ha llevado a más de 40 festivales internacionales, con nueve premios internacionales sin contar los nacionales”, menciona Izquierdo. En nuestro país, la cinta se coronó en el Costa Rica Festival Internacional de Cine.

“Este es un llamado y un recordatorio para el país de lo urgente y necesario que es una ley de cine que regule, incentive y fomente el sector audiovisual, que tiene un aporte importantísimo para el país en términos de visibilización de inversión extranjera y de generación productiva. Como país nos vemos representados en un espacio cultural de tantísimo significado. Esta película se hizo gracias al Fondo Proartes, después en dos ocasiones al ganar el fondo concursable del Festival Internacional de Costa Rica para la posproducción y se rodó gracias a El Fauno. Eso lo multiplicamos y el país está viendo los resultados concretos de incentivar el cine”, agregó la cineasta Sudasassi.

Además, Izquierdo reveló que, desde que supieron que El despertar de las hormigas representaría al país para los Premios Goya y Óscar, se desarrolló una estrategia de visibilización con el fin de que la academia que elige los candidatos tuviera al filme tico en consideración.

“Hemos trabajado mucho desde la producción para lograr la nominación, así que hicimos llegar la película a los académicos, generamos DVD’s y distribuimos a través de una plataforma más específica para los académicos. Además, la película se estrenó en salas comerciales de España donde se vio aún más que en Costa Rica. Desde que supimos que éramos candidatos por Costa Rica no hemos parado de trabajar en conseguir esta nominación”, contó Izquierdo.

La directora Sudasassi asegura que este proceso era imprescindible para asegurar que la cinta estuviera entre los temas de conversación de los académicos. “En España, topamos con una red alternativa de promoción de las películas, lo cual nos llevó a cineclubes y foros en distintos sitios. La película se estuvo moviendo. Logramos estar cuatro semanas en cartelera, ¡todo un mes! Nos dio mucha visibilización y cuando salíamos de las funciones, la gente se nos acercaba para darnos sus impresiones", cuenta la cineasta.

Tanto Izquierdo como Sudasassi aún se sienten sorprendidas por la noticia y ya están planeando su próximo paso: la primera de ellas ya confirmó que irá a la gala de premiación, mientras que la directora del proyecto hará todo lo posible por viajar hasta España. Lo que sí es seguro es que todas las vibras están en función de que El despertar de las hormigas quede grabada para siempre con la insignia del Goya.

El 25 de enero, en el Palacio de Deportes José María Martín de Málaga, España, será el momento en el que el cine costarricense podría escribir su página dorada.