Editorial

Editorial: Triste sainete proteccionista

Un reciente acuerdo entre los jerarcas de Comercio de Costa Rica y México prevé el final de la controversia por el aguacate Hass. La parodia de cuatro años no debió ocurrir porque la medida debió haber tenido respaldo científico de contagio.

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El 5 de mayo del 2015 marcó el inicio de un lamentable capítulo en nuestra intachable trayectoria de inserción al comercio mundial: la aplicación de una restricción a las importaciones de aguacate Hass procedentes de nueve países. Se alegó, sin debida sustentación científica, la presencia en la fruta del viroide conocido como “mancha del sol”.








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