El tomate es uno de los alimentos más consumidos por los costarricenses debido a su sabor y a la variedad de platillos en los que se puede incorporar. Sin embargo, el precio de un kilogramo (kg) en ferias del agricultor, entre el 10 y 12 de enero, superó los ¢3.000, y en algunos supermercados su valor sobrepasa los ¢4.000 por kilo.
En Walmart, el kilo a granel se ofrecía en ¢4.110, mientras que Auto Mercado lo comercializaba a ¢4.350 y Megasúper a ¢3.450, según sus respectivas páginas web consultadas este lunes 13 de enero. Por otro lado, el precio de la primera categoría de tomate (más grandes y caros) en ferias del agricultor llegó a ¢3.180 este fin de semana, según datos del Sistema Integrado de Mercados (SIM) del Consejo Nacional de la Producción (CNP).
El aumento en el precio de esta verdura tiene un impacto relevante en los hogares y comercios. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el tomate es consumido por más de 600.000 hogares, los cuales destinan aproximadamente ¢3.120 millones al año para adquirir este producto.
Los precios actuales en ferias del agricultor muestran incrementos significativos en comparación con los valores mensuales registrados durante el 2024. Por ejemplo, en octubre, el kilogramo costaba ¢720, mientras que el precio mensual más alto del año se presentó en diciembre, alcanzando los ¢1.886. Esto significa que, en comparación con octubre, el precio actual es más de cuatro veces mayor, y respecto a diciembre, el aumento es del 68%.
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El crecimiento en el valor del tomate se debe, principalmente, a efectos en la menor oferta del producto, causada por las constantes lluvias que presenta el país desde el mes de octubre, según explicó Víctor Umaña, economista agrícola y consultor en política agrícola y comercial.
Cristian Alfaro, productor de tomate en Santa Bárbara, confirmó que durante periodos de lluvias prolongadas la producción disminuye. Señaló que una planta que normalmente da entre ocho y nueve kilogramos puede reducir su rendimiento a tres o cuatro kilos por las condiciones de menor iluminación y exceso de agua. Además, las precipitaciones incrementan la propagación de hongos y bacterias, lo que limita aún más la productividad.
“La inversión no disminuye, es la misma y hasta más. Cuando hay lluvia hay que tener más cuidado de plagas y enfermedades, entonces hay que darle más trabajo. El sol es indispensable para que la mata pegue, y en estos tiempos de lluvia hubo poco sol, y todo eso afecta”, explicó Alfaro.
En el Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada), los precios mayoristas también experimentaron un alza en las tres categorías de tomate (primera, segunda y tercera). Según Umaña, estos valores mayoristas determinan el comportamiento de los precios en el resto del país.
Por ejemplo, el tomate de primera alcanzó los ¢49.100 por caja de 18 kg este 13 de enero; la segunda categoría se ofrecía a ¢43.333 en promedio, y el de tercera a ¢34.375. En todos los casos el precio mayorista estuvo cerca de duplicar o superó el doble del precio que presentaron estas cajas un año atrás.
Guido Vargas, secretario de la Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Upanacional), destacó que, desde octubre, la organización preveía que las lluvias dispararían los precios no solo del tomate, sino también de otros productos como chile dulce, papa, cebolla y vainica. Esto se debe a que octubre registró una de las mayores inundaciones registradas de los últimos años, además de que aún a inicios de enero las lluvias se mantienen.
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“El periodo de cosecha del tomate dura entre 100 y 120 días desde la siembra hasta la recolección. Las inundaciones dificultaron atender las siembras y controlar plagas y enfermedades, y las lluvias aún no cesan. Es un fenómeno principalmente climático”, comentó Vargas.
La Nación envió consultas a Walmart y Auto Mercado para determinar si han enfrentado dificultades en la adquisición de tomate y cuándo estiman que los precios podrían estabilizarse.
José Alfredo Alpízar, de Walmart, explicó que la empresa trabaja “de manera cercana” con sus proveedores para garantizar el abastecimiento de productos frescos en las tiendas Walmart, Palí, Maxi Palí y Masxmenos, como el tomate.
Alpízar añadió que la firma visita a los proveedores semanalmente para verificar que los productos cumplan con las buenas prácticas agrícolas, el uso de la cantidad permitida de agroquímicos y que estos estén debidamente registrados, así como otras verificaciones físicas y microbiológicas.
Por su parte, Auto Mercado aún no ha enviado sus respuestas.