Incertidumbre fiscal y rendimientos del Tesoro pesan sobre precios de bonos ticos

En estos precios también influyen las cotizaciones que se registren en otros países, según señalaron analistas consultados.

Los bonos de deuda externa son valores que venden los gobiernos a ahorrantes en los mercados internacionales para captar dinero. Costa Rica ha realizado seis emisiones de bonos que vencen en los años 2020, 2023, 2025, 2043, 2044 y 2045.

El martes 24 de enero la agencia de noticias Bloomberg atribuyó la baja de ese día a la publicación de la encuesta de la Universidad de Costa Rica, donde Fabricio Alvarado y Juan Diego Castro, aspirantes presidenciales de dos partidos minoritarios, encabezaban las preferencia de quienes estaban decididos a votar. Después de ese día los precios han tenido pocos cambios, incluso algunos de más largo plazo volvieron a subir.

Poco negociados

Analistas consultados explicaron que estos bonos no son muy negociados y que habrá que esperar unos días para ver el efecto de las elecciones.

“Yo creo que los bonos reflejan generalmente una serie de factores que afectan la seguridad, el riesgo de crédito, la probabilidad de que se paguen en la forma pactada. El tipo de factores que toman en cuenta los mercados, los inversionistas, incluyen el clima político siendo deuda soberana del país emisor, los desequilibrios económicos. En el caso de Costa Rica el principal desequilibrio es el fiscal” , opinó el economista Max Alberto Soto.

Soto explicó que si la solución fiscal es menos probable, la posibilidad de que el Gobierno no pague aumenta.

Añadió que el deterioro fiscal de Costa Rica le ha pasado la factura. Argumentó que en los años 2006, 2007 y 2008 antes de la crisis internacionales el premio que Costa Rica tenía que pagar sobre los bonos del Tesoro era de unos 150 puntos base (cada 100 puntos base es un punto porcentual) y ahora estamos por encima de los 300 puntos.

Juan Carlos Araya, director de la División de fondos de terceros en Bac Credomatic, señaló que en general los movimientos en los precios se deben más a factores como el rendimiento del Tesoro americano, de referencia al plazo, o las cotizaciones de países con riesgos similares.

Los países generalmente ofrecen un rendimiento por encima de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, considerados más seguros. Si el rendimiento de estos bonos sube, como ha sucedido desde setiembre del año pasado (pasó de 2% en setiembre del 2017 a 2,8% en febrero de este año), lo hacen también los de los países y por lo tanto baja su precio.

Araya añadió que también influyen los flujos de fondos hacia mercados emergentes, donde existe una demanda de contrapartes internacionales.

“Influye por otro lado el diferencial contra otros emisores de la región (ejemplo, el bono de Jamaica 2045 que rinde 6% y Costa Rica 2045 rinde 6,5%, siendo el primero un crédito B y Costa Rica un BB), donde aún nos vemos atractivos”, comentó Araya.

El analista explicó que los tres bonos de más largo plazo de Costa Rica, el 2043, 2044 y 2045, con volumen total de $2.500 millones están mayoritariamente en manos de extranjeros, pero que tienen muy bajo nivel de transacciones.

“Las emisiones ticas externas de más corto plazo, como las que vencen en 2020, 2023 y 2025, sí están mayoritariamente custodiados en Costa Rica y las transacciones son más comunes”, comentó.

“Los bonos de Costa Rica son poco líquidos, es un mercado muy modesto y generalmente estás estacionados en carteras institucionales grandes, eso explica en parte el movimiento limitado. Pero eventualmente la reacción se produce”, añadió el analista Andrés Volio.

El presidente del Banco Central, Olivier Castro, también comentó que Costa Rica no tiene una presencia activa en el mercado.

Para Castro hasta ahora los movimientos han sido normales del mercado.