James Jagger halló en ‘Vinyl’ la oportunidad perfecta para renacer

Sobrevivir en el intento será una tarea titánica, pero en el camino hallará la complicidad de algunos colegas para reinventarse. Uno de ellos es Kip Stevens (James Jagger), quien podría convertirse en su “pasaporte” al mundo de la fama. Ese es el punto de partida de la serie Vinyl , que se transmite los domingos por HBO, a las 11 p. m.

Viva tuvo acceso a una entrevista cedida por James Jagger, hijo de Mick Jagger, quien con este papel retoma su carrera en la actuación, de la mano de su padre y de Martin Scorsese.

¿Cómo fue asumir este papel en una serie de tan alto nivel?

Para ser sincero, cuando obtuve el papel y tuvimos una gran reunión de presentación con todo el reparto y el equipo, estaba aterrado. Estaba realmente muy nervioso. Entré a la sala y solo conocía a Juno Temple, con quien había trabajado. Estaba muy nervioso de conocer a Martin Scorsese porque soy un gran fan desde hace tiempo. Sentí que era la experiencia más surreal de mi vida.

¿Qué sabía sobre la música de esa época?

Siempre fui un gran fanático del punk rock y de la música disco, entonces para mí fue una gran experiencia zambullirme en ese mundo. También toqué algunos años en una banda punk .

En este momento, ¿la actuación le está ganando a la música en términos de carrera?

Realmente me gusta hacer las dos cosas y había privilegiado la música y descuidado la carrera de actor. Es genial volver a una actividad con la que ya me involucré tanto, y tuve la suerte de poder estar listo para la actuación.

También escribió una parte de la música para la serie.

Sí, eso me halagó mucho. Empezamos a escribir sobre esa época, a investigar sobre esa época, sobre qué sucedía, porque antes del punk rock nada había sucedido. Entonces fue interesante ver a esas bandas que estaban haciendo eso en Nueva York, Detroit y Cleveland, e intentar hacer ingeniería reversa de la música.

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¿Su padre le ayudó un poco a escribir estas letras?

Sí. Obviamente, es músico, pero jamás me había sentado al piano con él. Nunca tuvimos esa dinámica, entonces fue muy lindo sentarme con él a escribir. Charlamos sobre esa época y el espíritu de comienzos de los ‘70, fue muy útil. Él fue valiosísimo para darme una noción de dónde estábamos en términos de las cuestiones políticas, sociales y económicas de la ciudad de Nueva York.

¿Antes de interpretar el papel era fanático de esa música?

Es fácil mirar al mundo con anteojos rosa. Cuando fui creciendo, la música de los 70 se convirtió, sin duda, en mi favorita. Me encanta David Bowie y su muerte me puso muy triste, y adoraba las bandas de punk rock . También me gustaba mucho la música disco. Cuando pienso en los ’70, pienso en Alice Cooper, Iggy Pop, y ellos ya estaban allá, pero creo que la corriente principal todavía era desabrida.

¿Cuál fue el reto más grande en esta producción?

Interpretar y tocar al mismo tiempo. Cierto día viví un momento muy difícil. Estaba haciendo playback de la música y tenía que ver a un sujeto entrando en la sala, saludarlo con la mano y seguirlo con la mirada hasta que saliera, y entonces mirar para atrás. Fue como intentar hablar griego antiguo, fue imposible.

Algunas personas dicen que la música de los 70 era mucho más subversiva y comprometida con la transformación que la música actual, que es vista como sin contenido y más pasiva. ¿Está de acuerdo con eso?

Estoy de acuerdo. Diría que es una evaluación justa, pero es fácil hablar porque en esa época el status quo estaba mucho más enyesado, mientras que ahora puedes tener a una chica de 14 años vomitando y eso se convierte en entretenimiento. En esa época la música era más subversiva porque ellos tenían más cuestiones contra las cuales luchar y hoy es muy difícil impactar a alguien.

¿Cuál fue su mayor aprendizaje durante las filmaciones?

Las cosas que había hecho antes tenían bajo presupuesto, entonces fue muy interesante ver a una persona como Martin Scorsese, que tenía mucho control sobre lo que estaban haciendo, mucha experiencia y era capaz de hacer exactamente lo que querían.