Barbara Díez es la honestidad andando. Hoy cae el telón del Festival de Cine Paz con la Tierra, y la productora española, miembro del jurado de la competencia nacional, no temió en brindar sus francas y duras apreciaciones.
Díez, quien juzgó las obras ticas junto a la costarricense Laura Astorga y al salvadoreño Pepe Valle , fue clara en afirmar que se debe “cuidar más la selección de las obras” y suavizó su posición alabando las ganas por mejorar de los cineastas locales y de la organización del festival.
¿A nivel general, ¿cómo encontró la calidad de los documentales nacionales?
Con ellos he aprendido mucho de Costa Rica pues no tenía ni idea de como era el país . Eso, de alguna manera, me ha resultado interesante pero también es un problema, porque si la idea del festival es tener una proyección mucho más al exterior, los temas deben ser más globales.
“Tratan de temas que interesan a una población muy concreta y muy pequeña. Creo que deberían ser obras con las que una persona de cualquier nacionalidad pueda sentirse identificada”.
Pero en concreto, ¿qué aspectos positivos o negativos tienen los documentales ?
Creo que el festival debe cuidar más la selección de las películas... Hay cosas interesantes en ellas, no son obras muy completas, pero sí que hay una visión por hacer cosas diferentes.
”Se nota que les faltan muchos recursos, por lo que espero que una futura Ley de Cine pueda ayudar con ese tema”.
Pero ¿hay algo bueno en los documentales, algo que le llamó la atención?
Eh... (risas); bueno, hay mucha diversidad. Se nota una intención de hacer las cosas diferentes. Técnicamente, hay unos que funcionan bien, pero creo que hay mucha influencia de la televisión en ellos.
”Pero bueno, esto es un camino que hay que recorrer y solo trabajando se aprende”.
¿Y qué puede decir de las tres ficciones en competencia ( Rosado furia , Muñecas rusas y Espejismo )?
Es curioso, porque hay muy pocas películas, es muy raro evaluar solo tres películas de ficción en un festival. Siempre tuve la duda si eran las que había o hubo una preselección”.
¿Pero qué opina de de ellas?
Me gustan porque eran ficciones muy diferentes, tienen visiones superdistintas. Sin embargo, como obras completas, a lo mejor no me acaban de convencer, pero tienen cosas interesantes.
Para que puedan convencer ¿Cómo podrían mejorar esas películas?
Creo que hace falta más escuela y, repito, que hay que cuidar más la selección. Para mí, lo más importante no es hacer filmes de cara a los estudiantes o a los nuevos realizadores, sino también de cara al espectador. Es un criterio cinematográfico que dice que no vale hacer cualquier cosa.
“Creo que no hay que buscar la cantidad, sino la calidad. Es mejor invertir los recursos en pocas películas de calidad que hacer muchas de poca calidad”.
¿Usted habla de mejorar la selección a la hora de producir películas o al momento de elegirlas para el festival?
Las dos cosas, pero ahora hablo más de cara al festival. Pero bueno, es un evento que está empezando y me encanta que haya existido tanta receptividad por mejorar, sin soberbia.
En lo que respecta a la decisión del jurado, ¿fue fácil o difícil ponerse de acuerdo?
Tomamos decisiones unánimes. Teníamos gustos muy distintos, pero hemos logrado encontrar puntos comunes.
”En algún momento pensé que sería complicado llegar a acuerdos, pero hay criterios cinematográficos que pueden decir si una película es buena o no, y eso va más allá de los gustos.
¿Para usted qué es lo mejor que mostró el festival?
Lo mejor que me llevo de este festival es la energía, una energía con la que están intentando hacer cosas diferentes, como un edificio cuyas bases se están haciendo desde cero.
“Eso es muy emocionante, pues yo, como española, que vengo de una industria mucho más desarrollada. Ver a toda esta gente tan apasionada por hacer algo desde cero es genial”.
Para usted, ¿qué habría que hacer para mejorarlo?
Creo que no hay que correr, hay que ir poco a poco, el festival es pequeñito y se necesita ir encontrando su lugar. No hay que tratar de hacerlo todo ostentoso desde el principio, sino depurar un poco más la selección.
Hay que mejorar en la convocatoria de prensa internacional, la expectativa, y garantizar la continuad de la organización para preparar la próxima edición.
”Creo, además, que hay muchos premios para tan pocas películas. Hay muchas categorías técnicas que son propias de una Academia, es decir premios César o Goya u Óscar. En festivales, los premios son más globales.
¿Cómo encontró las actuaciones de las películas?
Hay que trabajar bastante el tema de las interpretaciones.
¿El nivel técnico?
Hay un poco de todo, unas que me han interesado y otras que no tanto. Pero siento que hay ganas de mejorar. A los cineastas les tienen que quedar claras las cosas por mejorar, para que no piensen que, por estar un festival, ya está todo bien con la obra. Hay que ser honesto.