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El fiscal general, Jorge Chavarría, debe determinar si la denuncia por incumplimiento de deberes en contra de la presidenta Laura Chinchilla se debe elevar a acusación, o no. | ARCHIVO. (JORGE CASTILLO)
El fiscal general de la República, Jorge Chavarría Guzmán, arremetió contra la Sala Tercera y calificó de "nefasto" el fallo que le da la absolutoria al expresidente Miguel Ángel Rodríguez por el caso ICE-Alcatel.
Chavarría reaccionó molesto luego de que la Sala Tercera declaró este viernes como inadmisible el recurso de casación presentado por el Ministerio Público en diciembre del 2015.
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Los magistrados decidieron, por mayoría, que ninguna de las impugnaciones presentadas cumplía con los requisitos formales, por lo que las rechazó sin entrar a conocer el asunto por el fondo.
"Me parece nefasto después de que tanto se ha hablado de anticorrupción y la necesidad de que el país enfrente adecuadamente estos casos. Me parece que decir: 'no entro a conocer el recurso', deja un serio vacío de explicación al país de las razones de fondo", manifestó Chavarría.
De acuerdo con Chavarría, "hasta aquí llegó el caso"; sin embargo, insiste en la culpabilidad de Rodríguez.
" Estamos seguros de la culpabilidad del imputado, (pero) eso no pudo ser discutido. Es como llegar a juicio y que le digan a usted que se devuelva para la casa porque el Tribunal no quiere conocer el caso", aseveró el jerarca de la Fiscalía.
A pesar de que la absolutoria de Rodríguez ha sido impugnada en dos ocasiones en el Tribunal de Apelación y una en la Sala Tercera, el fiscal considera que no es un fracaso para el ente acusador del Estado.
"Para nosotros es un éxito, para el país es un fracaso. Nosotros agotamos todas las instancias, lo llevamos hasta el final y clavamos la bandera en la última instancia. El fracaso es para el país", enfatizó Chavarría.
El fiscal agregó que en este caso la Sala Tercera marca mal precedente para el país y está "dejando un puente de oro para todos los corruptos de este país".
Miguel Ángel Rodríguez fue condenado en abril del 2011 a cumplir cinco años de cárcel por presuntamente instigar para que se exigieran dádivas con el fin de otorgar un contrato de telefonía celular a la empresa francesa Alcatel.
Sin embargo, en diciembre del 2012, el Tribunal de Apelación de Sentencia se trajo abajo esa condena y, en noviembre del 2014, la Sala Tercera ordenó a Apelación revisar el caso y dar una nueva resolución, que fue la sentencia de nuevo absolutoria de diciembre del 2015.
