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Erick José López Cuadra, exconvicto detenido en enero de este año por el asesinato de una maestra pensionada en Parrita, fue condenado a 19 años de prisión por un feminicidio que tenía pendiente en Turrialba.
La pena que le impusieron este martes fue por asesinar a su compañera sentimental, María Teresa Sancho Luna, de 47 años, quien fue hallada sin vida el 26 de octubre del 2021 dentro de una vivienda en La Cecilia de Turrialba, detrás de la parada de buses de Transtusa.
López decidió someterse a un procedimiento especial abreviado en el que aceptó los cargos y así evitó la etapa de juicio para optar por una pena menos gravosa.
De acuerdo con la acusación, Lopez Cuadra y María Teresa Sancho mantenían una relación, por lo que convivían en una casa alquilada en Santa Cecilia de Turrialba. Entre las 12:45 p. m. del 25 de octubre y las 2:40 p. m. del 26 de octubre del 2021, ocurrió el asesinato, cuando ambos se encontraban en la vivienda.
López aceptó que tomó un cuchillo y arremetió contra Sancho Luna, quien sufrió heridas en su mano derecha. Luego procedió a asfixiarla por estrangulación, tal y como quedó acreditado en el dictamen médico. Tras cometer el feminicidio, López tomó un perro que pertenecía a la mujer y huyó en un taxi.
Al día siguiente, poco después del mediodía, el imputado caminaba por vía pública en dirección a Juan Viñas, cuando fue abordado por dos agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), por lo que intentó huir y pateó en el rostro a uno de los investigadores, sin embargo fue detenido y esposado.
Al momento de su captura portaba en un bolso el radio, un ecualizador, un compresor y una caja de herramientas que habían sido sustraídos de un carro que estaba en un parqueo, cerca del Hospital William Allen.
La sentencia de 19 años quedó en firme, ya que durante el proceso del abreviado el sujeto renunció al plazo de apelación.
La casa donde vivía la pareja pertenecía a una adulta mayor de 69 años, identificada como Virginia León Aguilar, quien falleció en condiciones extrañas, luego de un incendio que ocurrió el 20 de octubre del 2021, apenas seis días antes del homicidio de María Teresa Sancho Luna.
Las autoridades no descartan que López Cuadra hubiese tenido relación con ese incendio en el que murió la mujer que les alquilaba a ellos, pues López estuvo ahí poco antes, realizando unas reparaciones; sin embargo, la Fiscalía dice que no puede referirse al asunto en apego al artículo 295 del Código Procesal Penal.
Erick José Lopez aún tiene pendiente afrontar la causa por el homicidio de la educadora en Parrita.
Grave falla de comunicación
Poco antes de perpetrar el homicidio de María Teresa Sancho, López fue favorecido por un juez de ejecución de la pena, para salir de prisión antes de completar una sentencia por otro asesinato que tiene a sus espaldas. La condena fue dictada en el 2015 por el Tribunal de Liberia y terminaba de cumplirla hasta el 15 de julio de este 2023.
Por el asesinato de su compañera sentimental, López purgó prisión preventiva entre el 27 de octubre del 2021 y octubre del 2022 y en ese mes quedó libre, pues no se le prorrogó la prisión preventiva ya que el juez alegó desconocer los antecedentes tan graves del sujeto.
Ante este severo error de comunicación, el Tribunal de Apelación de Cartago respondió, ante consultas de La Nación, que la Fiscalía nunca le informó que el sujeto ya había violentado el beneficio carcelario del 2021 y que, ante ese vacío en la prueba ofrecida, no podía resolver diferente a dejarlo en libertad.
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Fue así como en enero de este año, el hombre cayó de nuevo como sospechoso de matar a la maestra jubilada Zoraida Bustamante Vargas, de 64 años, hallada sin vida el 1.° de enero en Los Angeles de Parrita.
El historial de López Cuadra data desde el 2009, cuando se le siguió un proceso penal en la Fiscalía de Quepos y Parrita por un robo agravado, caso en el que se sometió a un proceso abreviado y fue sentenciado a ocho años de prisión.
Tras la captura del 2021, una mujer afirmó que en Nicaragua este sujeto había asesinado hace seis años a su hermano Bismarck Salatiel Ramírez Rivera en la comunidad de El Chagüe, del municipio de León. El joven apareció asfixiado en el fondo de un pozo seco de 40 metros de profundidad.
