Siquirres. Cuando un comerciante estadounidense apareció asesinado y enterrado en una fosa de 90 centímetros en Palmira de Siquirres, en octubre del 2018, las autoridades comenzaron la pesquisa para poder dar con los responsables del crimen.

Dicha investigación no solo posibilitó la identificación de los presunto asesinos, sino que también permitió a la Policía destapar una importante organización narco que operaba en distintos puntos de Limón.

Por todos estos motivos, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó durante la madrugada de este miércoles 23 allanamientos simultáneos tanto en Matina, como en el centro de Limón; así como en Bajo Rodríguez de San Ramón, Puntarenas y San José.

El objetivo de estos procedimientos era aprehender a 25 personas que son sospechosas de conformar una organización dedicada, principalmente, al tráfico de drogas y el sicariato.

También se les vincula con el crimen del estadounidense y con otros dos homicidios ocurridos en febrero del 2019 en Turrialba y Siquirres.

Sin embargo, pese a las acciones policiales, solo se lograron detener a 13 sujetos, de apellidos Dobrosky Rojas (líder de 36 años), Solano Bell (de 27 y alias Gogo), Gómez Mora (28), Sánchez Bermúdez (19), Fallas Cambronero (38), Valverde Sanders (33), Arana López (65), Rodríguez Vega (21 años y alias Gordo Adrián), Vaciana Valverde (mujer de 47 años, alias Lorena), Carrillo Cordero (de 26 y alias Guanaco), Campos Ruiz (22), Contreras Contreras (su edad no trascendió) y Hurtado Palma (mujer de 26 años).

Entre las personas que aún se encuentran en fuga está un individuo de apellidos Hernández Fernández, alias Ratón, y quien es un viejo conocido por las autoridades.

Él había sido condenado en abril del 2018 a 50 años de prisión por dos delitos de homicidio calificado, ocurridos en el 2015 en Limón. Sin embargo, luego de que el Tribunal de Apelación de Sentencia de Cartago (que también conoce casos de la provincia caribeña) ordenara un nuevo debate, el Tribunal Penal de Limón lo absolvió por indubio pro reo.

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El otro que está en fuga es un sujeto, de apellidos Campos Vaciana, quien mantenía un puesto de mando medio en el grupo criminal y quien está también relacionado al homicidio del extranjero en Siquirres.

Cruel asesinato a estadounidense

El 16 de octubre del 2018, las autoridades recibieron una alerta sobre el hallazgo de un cuerpo enterrado en una fosa de 90 centímetros en Palmira de Siquirres, el cual estaba amarrado de pies y manos.

Luego de que la familia enviara al país su registro dental, el OIJ pudo confirmar la identidad del fallecido. Se trató de Thomas Jeffry Cook, de 62 años, quien estaba desaparecido desde el 23 de agosto de ese mismo año en Jacó, Puntarenas.

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Ese día, él acudió a una agencia bancaria en donde retiró una importante suma dinero, se confirmó en la investigación policial.

El extranjero tenía varios meses de permanecer en el país, estaba soltero y, al parecer, registraba varias visitas a suelo costarricense.

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Después de su desaparición trascendió que había alquilado una casa en una residencial en Herradura, de Garabito, y que convivió en ese lugar con una “dama de compañía”, quien sería Hurtado Palma.

Incluso, se mencionó que durante tres meses le había ayudado a la mujer con una cifra importante de dinero, pues ella alegó que la casa de sus padres la iban a rematar.

Entonces, la investigación se enfocó en analizar la relación que tenían Hurtado y Cook. Producto de eso, la Policía Judicial descubrió que ella es novia del sujeto, apellidado Campos Vaciana, alias Bebé.

Las pesquisas permitieron establecer que él es sicario y distribuidor de droga de esta banda narco liderada por Dobrosky y Hernández.

Una vez que determinaron que existía dicha estructura criminal, continuaron por desmenuzarla y descubrieron que, además de estar detrás de este homicidio, esta tenía miembros en Pococí, Siquirres, Matina y Cieneguita.

“Este es un caso diferente. Estas personas y estas agrupaciones asumen decisiones no necesariamente tan congruentes con la actividad principal y al parecer lo que querían era obtener una ventaja patrimonial, un provecho económico y al percatarse que Cook vivía solo en el país vieron una víctima de fácil acceso, con disposición de fondos y que les podía permitir hacerse de algún dinero al amparo del homicidio”, reseñó Wálter Espinoza, director del OIJ.

Grupo criminal importante en la escena limonense

La organización desarticulada este miércoles estaba afincada en el Caribe costarricense y se dedicaba, entre otras cosas, al tráfico de estupefacientes. Según el OIJ, la mayoría de los asesinatos que se les atribuyen estarían relacionados con las disputas por territorios para la venta de drogas.

Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, quien participó de los allanamientos en Limón, explicó que el grupo era comandado por un hombre de apellidos Dobrosky Rojas, quien fue capturado esta madrugada en Cieneguita y a quien años atrás le habían decomisado ¢137 millones en efectivo.

En la entrada de su casa, como dato llamativo, figura un escudo pintado en la pared con la leyenda: “Hogar protegido por el Arcángel Miguel” y una figura de este ángel, a quien se le atribuye ser el jefe del ejército celestial.

También resaltaba un rótulo de “Pescadería”, ya que, según la Policía Judicial, él simulaba ser pescador y con eso justificaba tener cinco lanchas en su propiedad.

El otro cabecilla del grupo es alias Ratón, quien permanece en fuga. “Este salió recientemente de la cárcel y se incorporó a esta estructura criminal, desplazó a algunas otras personas que ocupaban su cargo anteriormente y asumió un liderato fuerte en la zona de Limón”, apuntó Espinoza.

Según la información policial, ellos eran los que tenían los contactos para traer la marihuana de Jamaica y también para traer cocaína. Aún se desconoce de dónde conseguían esta última droga.

En segunda línea de mando estaba Campos Vaciana.

Después de ellos, figuraban todos los que se encargaban de la distribución de la droga a nivel local. Entre ellos figura la madre y el hermanastro de Campos Vaciana, de apellidos Vaciana Valverde y Campos Ruiz, respectivamente. Fueron aprehendidos en Matina.

Pero, más allá del tema del narcotráfico y del sicariato, este grupo también solía extorsionar a comerciantes de Matina y Guápiles, confirmó Wálter Espinoza, director del OIJ.

“Los presionaban y solicitaban el pago de una especie de tributo para protegerlos o evitar que les sucediera algún mal que ellos mismos iban a infringir”, detalló el jerarca policial, al tiempo en el que señaló que se desconoce a cuánto ascendía la cuota que solicitaban.

“Son datos que nos faltan por compilar porque las denuncias de los comerciantes no son sencillas, no han aflorado de la manera en que quisiéramos, precisamente porque hay temor, porque esta organización es violenta, porque se les relaciona con posesión de armas de fuego, porque realizan actividades sicariales y porque en definitiva amenazan de manera muy fuerte”.

De momento, el jerarca policial prefirió no precisar cuánto dinero podía obtener la banda de esa actividad ilícita.

Para poder referirse al tema, él prefiere que se contabilice lo decomisado, por ejemplo a Dobrosky: dinero en efectivo, droga, armas, tres vehículos, un cuadraciclo, tres lanchas con motores 200 y un jet-sky.

Responsables de otros dos homicidios

Además del asesinato del estadounidense que nada tiene que ver con narcotráfico, la Policía Judicial le atribuye a esta banda otros dos asesinatos en Cartago y Limón.

El primero es el de Josué Daniel García Aguilar, de 31 años, quien tenía antecedentes por infringir la ley de psicotrópicos.

Él fue asesinado el 9 de febrero del 2019 en calle Pavones, Turrialba. Al parecer, en medio de una supuesta discusión por drogas, tres sujetos llegaron hasta la casa de García para asesinarlo a balazos a eso de la 1:40 a. m. de ese sábado.

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Por estos hechos ya fueron detenidos otros tres hombres en un bar de la localidad. Dos de ellos responden al apellido Jiménez, de 21 y 28 años; el tercero es apellidado Solano. Todos contaban con expediente delictivo.

Ese mismo año, ocho días después, también asesinaron a un sujeto identificado como Andy Roberto Wilson Matarrita, en Siquirres. De este caso no hay mayor información.

Además, el 14 de febrero del 2019 también se les vinculó con una tentativa de homicidio en Matina.

Un pescador con ¢137 millones en efectivo

Dobrosky Rojas se encargaba de vender una fachada suya que no le calzaba bien.

Él se hacía notar como un pescador que tenía su propio negocio. Para intentar persuadir al resto de personas, hasta colocó un rótulo que dice “Pescadería” en la entrada de su vivienda.

Pero, una vez adentro de esa casa, no había rastros de ese negocio y esa fachada se termina de caer cuando el OIJ indica que a Dobrosky fue detenido hace un par de años (no detalla cuándo) con ¢137 millones en efectivo.

De hecho, por este decomiso, él tiene pendiente un juicio desde el 2013, confirmó Espinoza, ya que, “según la investigación de aquel momento, provenían del tráfico de drogas”.

“Este sujeto se camufla al amparo de una actividad pesquera que no existe, que no funciona y que no es patente, tanto así que en este lugar no hay indicio alguno de que se dedique a esa actividad; sin embargo, hemos localizado una gran cantidad de lanchas con motores de alto nivel y de fuerte impacto”, aportó Espinoza.

En ese sentido, el director señaló que se presume que estas lanchas, que se desplazan a alta velocidad, hayan sido usadas probablemente para traficar marihuana desde Jamaica.

“Este sitio (Cieneguita) facilita y permite el ingreso de sustancias prohibidas a nuestro país”, lamentó el jerarca, quien agregó que desde ese sector se giraban las instrucciones para el resto de la banda sobre cómo y dónde traficar.