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Este viernes, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que el año recién concluido cerró con 880 homicidios, lo que equivale a un promedio de una persona asesinada cada nueve horas y 11 minutos en Costa Rica.
La cifra representa 25 casos menos con respecto al 2023, el cual se mantiene como el año más violento en los registros judiciales (905 asesinatos), mientras que 2024 ocupa el segundo lugar en cuanto a cantidad de muertes de este tipo
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Randall Zúñiga, director del OIJ, señaló que durante el último mes del año se registraron 80 muertes, lo que convierte a diciembre en el mes con más homicidios en los registros históricos y en el segundo mes más violento de 2024, solo superado por febrero, con 88 casos. El jefe policial explicó que la tasa general de homicidios, que mide la cantidad de muertes por cada 100.000 habitantes, se ubicó en 16,6.
Aunque la tasa de homicidios sigue alta en Limón, bajó de 44,9 asesinatos por cada 100.000 habitantes en el 2023, a 37,8 al final del año pasado. En Puntarenas aumentó de 28,9 homicidios por cada 100.000 habitantes a y 29,5.
Zúñiga destacó que la provincia de San José fue la más afectada en 2024, debido al desplazamiento de recursos policiales hacia las costas de Limón y Puntarenas, donde los focos de violencia fueron constantes. Esta baja en la presencia policial permitió que en San José los homicidios aumentaran de 219 a 250 entre el 2023 y el año anterior.
El jerarca policial reconoció que solo mediante intervenciones reforzadas se logró contener el aumento de homicidios en el país. En Limón se registraron 32 casos menos con respecto al 2023, pues la provincia bajó de 213 a 181. Mientras que en Puntarenas hubo cinco homicidios más, de 149 a 154 en el mismo periodo. Sin embargo, sin la intervención contra las bandas criminales, estas cifras habrían sido mucho mayores, aseguró.
Los ajustes de cuentas representaron la principal causa de homicidios, ejecutados principalmente por sicarios que utilizaban motocicletas y armas de fuego. Zúñiga también afirmó que, a corto plazo, no se vislumbra la posibilidad de retornar a las cifras de años anteriores, como en 2022, que cerró con 656 muertes, o incluso las inferiores a 600, registradas entre 2015 y 2021.
Finalmente, mencionó que el presente año, al ser preelectoral, podría generar la politización del tema de la seguridad ciudadana.
