La Contraloría General de la República y algunos diputados pretenden que las universidades públicas culminen y ejecuten sus proyectos de investigación en tan solo un año.
La investigación de procesos naturales, como todo estudio científico, se fundamenta en datos. La recolección de la información requiere de un monitoreo casi continuo de la mayor cantidad de variables posibles que intervienen en el desarrollo de ese proceso.
Como procesos que son, reflejan la evolución de la interacción de esas variables en complejos sistemas no parsimoniosos.
La formulación y ejecución de todo proyecto científico requiere su ambientación en un contexto más general, el planteamiento de objetivos claros y metas cumplibles, que involucran la recolección, así como el procesamiento e interpretación de los datos.
Como requisito último, se debe culminar con una publicación por lo menos en una revista internacional indexada.
Burocracia. La recolección de datos exige, en muchos casos, la escogencia y adquisición de instrumentos. Con la excesiva burocracia a la que se enfrentan los investigadores, el proceso de compra del equipo necesario puede tardar más de un año y la recolección de los datos, dependiendo de las variables que se pretenden medir, hasta décadas.
Por ejemplo, en el monitoreo de las deformaciones corticales asociadas al proceso de acoplamiento tectónico bajo la península de Nicoya, aunque se inició tarde (1995), se llevó más de una década y media cuantificar el potencial sísmico para poder anticipar el terremoto de Nicoya del 5 de setiembre del 2012.
Además, los instrumentos científicos no se pueden comprar al mismo tiempo para muchos años por dos razones fundamentales: son de muy alto precio y el presupuesto debe programarse para varios años, y los equipos mejoran sustancialmente en corto tiempo y hasta el precio baja, por lo que sería una mala inversión comprar algo que quedaría obsoleto poco después.
Una vez obtenidos y procesados los datos, luego de varios años, hay que publicar. Redactar, remitir, hacer las modificaciones sugeridas por los editores y pares académicos de las revistas internacionales indexadas, hasta la publicación formal del artículo científico, supone más de un año.
Cabe aclarar que ningún par académico aprobaría la publicación de un artículo científico sobre procesos naturales con datos de un solo año. Al someter una propuesta de investigación, se debe presupuestar los costos de publicación y eso es algo que se paga varios años después de iniciada la investigación.
Pedir a las universidades desarrollar proyectos de investigación en un año es tan ridículo como solicitarle al Instituto Costarricense de Electricidad que construya una represa o a la Asamblea Legislativa que saque a licitación, apruebe y construya su edificio en tan corto tiempo.
El autor es sismólogo.