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Según el III Informe Nacional de Competitividad, los cortes en el servicio eléctrico golpean la competividad de los cantones al interrumpir labores diarias y actividad económica en comercios, industrias y otros sectores. Fotografía: Juan Fernando Lara S.
De los 82 cantones del país, alrededor de una cuarta parte resultaron más afectados por la frecuencia y duración de cortes en el suministro eléctrico, de acuerdo con el III Informe Nacional de Competitividad, presentado este 13 de diciembre.
Son 22 territorios donde se incrementó la frecuencia promedio de interrupciones del servicio, contrario a la situación nacional, en la que ese promedio bajó de 10,3 a 7,8 sucesos por año.
La situación impacta la competitividad porque cuando “se va la luz”, como se dice popularmente, se da una parálisis de actividades económicas entre comercios, industrias, teletrabajadores y atención de actividades en el hogar.
Por ejemplo, la frecuencia de pérdida del suministro aumentó en más de dos ocasiones por año en los cantones de Quepos, Buenos Aires, Garabito, Esparza y Montes de Oro (Puntarenas); Pérez Zeledón y Dota (San José) y Zarcero y Orotina (Alajuela).
A pesar de que la duración media de esas interrupciones también se redujo de 12,6 a 10 horas por año a nivel país, las esperas en hogares, comercios e industrias creció en más de dos horas en más de una decena de cantones encabezados por Zarcero y Orotina (Alajuela); Quepos (Puntarenas); Liberia y La Cruz (Gunacaste) y Turrubares (San José).
Esas áreas reportaron aumentos de más de cinco horas de pérdida del servicio eléctrico con respecto al año 2021, añadió el documento elaborado por el Consejo de Promoción de la Competitividad.
Aunque esos 22 cantones figuran como los más afectados, el informe es claro en que en conexión con el servicio eléctrico la competitividad decayó en 52 territorios entre 2021 y 2022, ya no solo por deficiencias en el suministro, sino también por aumentos en el precio de la energía.
El agravante en esta dimensión fueron los incrementos observados en los costos medios del servicio, principalmente de uso industrial, comercial y de servicios.
Según el documento, en el 2021, el promedio nacional de la tarifa eléctrica para el sector industrial fue de ¢106,3 por kilovatio hora (kWh). El año pasado aumentó a ¢111,8 (5.2% más).
El costo de la luz para comercios y servicios también subió entre 2021 y 2022 de un promedio de ¢100,6 por kWh en todo el país a ¢106,1; respectivamente. Eso representa 5,4% de costo adicional.
El III Informe Nacional de Competitividad basa sus análisis en los informes de calidad del servicio eléctrico emitidos por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), correspondientes a los años 2021 y 2022.
En esta tabla usted podrá descubrir cómo estuvo la calidad del servicio según frecuencia y duración de apagones por cantón:
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