A mediados de este mes, Musk, quien además de ser el hombre más rico del mundo es uno de los usuarios más activos e influyentes de Twitter, de la que posee el 9,2% del accionariado, anunció su disposición a lanzar una oferta en la que valoraba la compañía en $43.394 millones, fijando el precio de la acción en $54,20. Asimismo, expresó el interés por excluir de cotización a la empresa.

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“La libertad de expresión es la base de una democracia que funcione, y Twitter es la plaza de la ciudad digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”, manifestó Musk en un comunicado. “Twitter tiene un enorme potencial; espero trabajar con la empresa y la comunidad de usuarios para desbloquearlo”, añadió.

Su principal interés, según anunció, es hacer Twitter “privado” (actualmente se considera una compañía pública pues sus acciones se cotizan en la bolsa), lo que haría de la plataforma una herramienta fundamental para la libertad de expresión, además, lanzó pistas sobre los cambios que haría como propietario.

Por ejemplo, realizó una encuesta en la que preguntaba a sus seguidores si les gustaría un botón para editar los tuits y aseguró que combatiría la propagación de perfiles falsos. Asimismo, otra propuesta que manifestó es convertir la sede de la empresa en San Francisco en un refugio para personas sin hogar.

El precio acordado para el trato final es 38% más alto que el que tenía al cierre de las acciones, el 1.º de abril, antes de que Musk anunciara su participación en la compañía, provocando un repunte en las acciones.

El multimillonario, quien además es dueño de Tesla —empresa estadounidense de energía limpia y automotriz con sede en Texas—, es un usuario activo de la red social, pues cuenta con 83 millones de seguidores.

El director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, envió un correo electrónico a los empleados de la red cuando se anunció la noticia, informándoles de una reunión programada para las 2:00 p. m. para hablar sobre el acuerdo.

“Sé que este es un cambio significativo y es probable que estés procesando lo que esto significa para ti y el futuro de Twitter”, escribió.

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El cambio a ‘ser privado’

Según el medio Bloomberg, “pasar a ser privado” marca un cambio dramático para una empresa que comenzó como un servicio de mensajería para compartir sus actualizaciones de estado con amigos, pero rápidamente se convirtió en una forma para que las personas transmitieran publicaciones cortas de 140 caracteres o menos a un público seguidor.

Musk ha hablado abiertamente sobre sus planes para hacer de la plataforma un “refugio para la libertad de expresión en línea”, y se ha quejado de que el servicio es demasiado severo cuando se trata de moderar los tuits de los usuarios.

El debate en torno a la libertad de expresión en las redes sociales ha durado años: algunos políticos conservadores dicen que Twitter, Meta Platforms Inc. (la empresa matriz de Facebook) y otras compañías de Internet “tienen demasiadas reglas”.

Mientras que los liberales no creen que las redes sociales vayan lo suficientemente lejos como para evitar el odio al discurso y ataques a sus servicios.

Luego de su nacimiento en el 2006, Twitter superó una serie de crisis, incluida la agitación de la gerencia que provocó la destitución del cofundador Jack Dorsey en los primeros días y su eventual regreso en el 2015.

Después de una oferta pública inicial en el 2013, la compañía consideró vender en el 2016, atrayendo el interés de empresas como Walt Disney y Salesforce Inc, pero nunca se efectuaron.

¿Cuán rápido puede transformarse Twitter?

Probablemente los cambios no lleguen tan rápido. El acuerdo aún debe finalizarse, un proceso que podría llevar semanas o meses. Información publicada por The Washington Post precisó que de acuerdo con la ley federal, Musk deberá notificar a los reguladores de la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia sobre sus planes para comprar Twitter. Si los reguladores abren una revisión del acuerdo, podría provocar retrasos en el cierre de la compra.

Musk, también ha dicho que le gustaría mantener tantos accionistas como permita la ley cuando haga que la empresa sea privada. Y no ha anunciado planes sobre cómo sería un equipo de liderazgo o una posible junta directiva, por lo que todavía hay muchas preguntas abiertas sobre cuánta influencia directa ejercería Musk.

Tampoco está claro si Musk haría algún cambio en la política de privacidad de la empresa. No ha anunciado ningún plan para cambiar las cosas y probablemente enfrentaría una reacción violenta significativa si los datos de los usuarios se volvieran menos seguros.

Podría decirse que ser propietario de Twitter lo pondría en control de datos de usuario más confidenciales que los que recopilan sus empresas Tesla y SpaceX.