EscucharEl Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR) prevé un crecimiento del 2,3% para la producción costarricense en 2023, con un intervalo entre el 1,8% como mínimo y 2,7% como máximo.
Así lo informó el centro de estudios en su pronóstico de la economía costarricense, un análisis trimestral realizado por el centro de investigaciones que fue publicado este lunes 9 de enero.
Según el informe, la caída en el crecimiento económico mundial y el aumento de las tasas de interés para frenar la inflación afectarán a la economía en general, enfatizando el perjuicio en la inversión y en el consumo de los hogares.
El número estimado por el IICE coincide con la previsión hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el pasado mes de noviembre para la economía nacional.
Daniela Córdoba, investigadora del IICE, explicó a La Nación que el crecimiento nacional dependerá del comportamiento de las economías más importantes del mundo como Estados Unidos o la Unión Europea, por factores en los que se depende de esas regiones, como el caso de las exportaciones.
La proyección considera que algunas condiciones que han influido en el comportamiento de la economía durante los últimos meses se mantengan para el 2023, como es el conflicto entre Rusia y Ucrania o el aumento en los casos de covid-19.
Córdoba explicó que el Instituto espera que el gasto del Gobierno Central se mantenga entre moderado y bajo para el 2023.
La economista amplió que, debido a que la regla fiscal no considera el elemento inflacionario para el cálculo del límite del gasto, y este indicador ha sido alto durante los últimos meses, el gasto público, en términos reales, sería “muchísimo menor que en años anteriores”, lo que impactaría sectores como infraestructura o educación.
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La desaceleración en el crecimiento real del PIB podría afectar la inversión en sectores como infraestructura o educación, de acuerdo con un análisis económico de la UCR. Fotografía: (Rafael Pacheco Granados)
Así, el IICE también prevé una desaceleración del crecimiento real del producto interno bruto (PIB), que pasará de 4,7%, en el 2022, a 2,26% para el 2023.
Según el centro de invetigación, esto es un indicador de que Costa Rica estaría llegando al fin de la recuperación económica luego de los efectos vividos por la crisis de la covid-19.
Los economistas que desarrollaron el estudio también adelantaron que durante este año las tasas de interés se mantendrán altas, y el comportamiento en los precios definirá el rumbo que tome la tasa de política monetaria. En caso de que los precios aumenten, se producirían más aumentos en las tasas de interés de mercado.
Producción descendió
El centro de investigaciones también incluyó un análisis de la economía al tercer trimestre del 2022, en donde se señala que el crecimiento de la producción continúa a la baja.
El estudio alerta sobre la caída en la tasa de crecimiento interanual del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) medido por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), que pasó del 12,87%, en julio el 2021, al 3,0% en setiembre del 2022.
A pesar de eso, el indicador sigue siendo mayor que el reportado durante la pandemia, que osciló entre 0,8% y el 1,9%.
Por otro lado, el sector turístico tuvo un balance positivo para el tercer trimestre del 2022, pues creció 22,5% en comparación con el mismo periodo del 2021.
Otros sectores que también tuvieron comportamientos favorables fueron el de información y comunicación, que creció 9,6% y el de transporte y almacenamiento, que registró un incremento de 9,3%.
Caso contrario fueron los sectores de construcción y el sector agrícola, de pesca y silvicultura, que decrecieron 14,0% y un 1,2%, respectivamente.
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Córdoba mencionó que a pesar de la caída del sector de construcción, ha presentado números positivos en cuanto a la creación de nuevas fuentes de empleo, debido a los problemas en las cadenas de suministro a nivel internacional.
Según explicó, las dificultades en dichas cadenas mantuvieron los precios del sector altos, aunque el aumento en la ocupación del sector parece ser una señal de recuperación.
A pesar de esto, la economista concluyó que es necesario esperar las estadísticas del cuarto trimestre del 2022 para entender a mayor detalle qué pasa con ese sector.
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