EscucharClaudia Abarca está a punto de cumplir un año de ser pensionada del ROP. Ella escogió la modalidad de renta permanente pues era, en noviembre del 2021, la que le brindaba el monto de jubilación mensual más elevado. En los últimos 11 meses, su operadora de pensiones complementarias (OPC) le entregó las ganancias de las inversiones. Mientras, su patrimonio, es decir, las cotizaciones hechas durante su vida laboral, continuaron invertidas.
Sin embargo, la reciente coyuntura de pérdida en la rentabilidad de su ahorro individual puso a doña Claudia (nombre ficticio para proteger su información financiera) en la disyuntiva de si se mantiene en el actual plan de retiro o se pasa otro. Su decisión final tendrá un efecto relevante para su Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP).
Su caso no es una excepción pues el 57% de las 45.018 personas retiradas por el sistema complementario obligatorio eligieron recibir su pensión en la modalidad de renta permanente, la cual tuvo un cambio en la fórmula de cálculo de la cuantía que entró a regir el pasado 16 de setiembre. La pensión ahora es un promedio de los últimos 36 meses de rendimientos de las inversiones, en vez de los últimos 12 meses. Además, el nuevo monto permanecerá congelado por un periodo de tres años, en lugar de uno.
Rocío Aguilar, jerarca de la Superintendencia de Pensiones (Supén), explicó que el objetivo de la reforma es brindarle a las personas una estabilidad en los pagos y atenuar el efecto adverso de la volatilidad de los mercados financieros fijando el monto por tres años.
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Entonces, si un pensionado escoge esta modalidad de retiro este año, el próximo recálculo se hará en el 2025. Pero, ¿qué pasa si en los 36 meses tomados en cuenta para la cuantía los rendimientos de las inversiones son negativos?
Aguilar consideró que ese escenario es poco probable. También, recalcó que la Superintendencia brinda un monitoreo permanente de los mercados, el local y el externo, y de ser necesario analizarían ajustes adicionales.
El cambio metodológico se efectuó a raíz de las pérdidas registradas en las inversiones de los fondos de pensiones. Hasta setiembre pasado, la rentabilidad del ROP se ubicó entre el -11,2% y el -18,1% en la variación anual real, dependiendo de la operadora.
Hasta setiembre anterior, el saldo de dinero de 2,9 millones de afiliados ascendió a ¢9,6 billones, mientras que en marzo pasado era de ¢10 billones, según datos de la Supén (¢400.000 millones menos).
El golpe a los fondos de pensiones se genera a raíz de la subida en las tasas de interés por la alta inflación local y externa. Las minusvalías en las inversiones se da por la relación inversa entre tasas y precios de instrumentos bursátiles. Entonces, cuando los intereses suben hay una baja en el valor de las carteras de inversión.
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¿Y si me traslado de plan?
La jerarca de la Superintendencia destacó que el jubilado puede cambiar de modalidad de pensión y escoger como alternativa el retiro programado, la renta por cantidad de cuotas o la renta hasta la expectativa de vida.
En el retiro programado, al beneficiario se le calcula la pensión con el monto total de dinero acumulado (principal y rendimientos) a partir de la tabla de mortalidad existente en Costa Rica, que llega a los 115 años.
En el caso de la renta temporal calculada hasta expectativa de vida condicionada, la distribución de los recursos acumulados se hace a la esperanza de vida de la persona.
Mientas que en la renta temporal por cuotas, el afiliado recibirá la pensión en la misma cantidad de cuotas hechas, para lo cual se divide el total de dinero acumulado por la cantidad de meses en los cuales se aportó al ROP.
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En estas tres modalidades, el recálculo del monto se hace cada 12 meses, en vez de los 36 meses como en la renta permanente.
Ahora bien, el pensionado debe tomar en cuenta de que si escoge un nuevo plan de retiro su pensión se calculará con el saldo de recursos registrado en el estado de cuenta. Y en el actual periodo de minusvalías de las inversiones implica una reducción en la base de cálculo.
Róger Porras, gerente general de Popular Pensiones, explicó que el saldo de recursos acumulado es la variable principal en la mayoría de las modalidades de jubilación para establecer la mensualidad.
Por ejemplo, si una persona contaba con un saldo de ¢13 millones en enero anterior y, para setiembre bajó a ¢11 millones, el monto que se tomará en cuenta para la cuantía mensual será este último.
Hermes Alvarado, gerente general de BN Vital, recordó a los jubilado que el ahorro individual de cada persona se mantiene en una cuenta individual y solo se descuentan los pagos mensuales, según la modalidad escogida por la persona.
El saldo se mantendrá a nombre del pensionado en inversiones, por lo cual la persona no materializa las pérdidas actuales y, para los próximos recálculos, podrían recuperar los recursos a medida que los mercados financieros se recuperen.
Monto mínimo
En las cuatro modalidades de pensión del ROP, una vez hecho el recálculo, en ningún caso la pensión complementaria puede ser inferior al 20% de la pensión mínima del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Actualmente, la cuantía mínima en el IVM es de ¢142.517 por mes, con lo cual la jubilación menor del ROP es de ¢28.503.
Actualmente, del total de jubilados del régimen obligatorio, un total de 4.888 personas reciben el monto mínimo, según los datos de Supén.
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Las pensiones de renta permanente del ROP estarán congeladas por un periodo de tres años debido al cambio en la metodología de recálculo que empezó a regir desde el pasado 16 de setiembre. (Shutterstock)
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