Andrés Bermúdez, de 27 años, le apuesta diariamente al poder transformador de las redes sociales, para que las personas adquieran conciencia sobre la importancia de cuidar el ambiente, principalmente en playa Tamarindo, Guanacaste.
"He pedido perdón en lugar de permiso aquí porque no me van a detener de hacer una campaña de reciclaje", dice este joven oriundo de Tres Ríos de Cartago, quien decidió dejarlo todo hace casi dos años, para iniciar una nueva vida en la costa del Pacífico costarricense.
El joven se inspiró en varias propuestas alrededor del mundo y en los esfuerzos de otra tica llamada Carolina Sevilla, quien emprendió un movimiento en Facebook e Instagram para invitar a los usuarios a postear una foto de la basura que recogían en cinco minutos. Su iniciativa se conoce como #5minutebeachcleanup y suma más de 23.000 seguidores en estas plataformas.
Bermúdez, por su parte, empezó su cruzada en el 2017, bajo el nombre de The Clean Wave. Lo primero que hizo este fotógrafo y productor audiovisual fue organizar una limpieza por mes y ahora evolucionó a dos o hasta tres mensuales; desarrolla su trabajo en la playa y en otras partes de la comunidad.
A él se han unido estudiantes del Liceo de Villarreal de Santa Cruz, quienes colaboran como voluntarios en las distintas campañas.
"Lo que más se recolecta son pajillas, colillas de cigarro, materiales plásticos, lo cual es bueno en cierta forma, porque en los ríos de los principales centros urbanos suelen encontrarse refrigeradoras, lavadoras y hasta televisores", sostuvo.
Y agregó: "Aquí lo que hay es mucho microplástico en la arena, por eso a veces usamos unas mallas para filtrar estos desechos".
Pero la ambición de este joven cartaginés por cambiar las cosas en Tamarindo va más allá de simplemente desarrollar jornadas de limpieza, ahora sueña con ofrecer mejores opciones de reciclaje para los habitantes de este distrito del cantón de Santa Cruz.
Un paso adelante
Bermúdez se ha percatado de la necesidad que tiene la comunidad de Tamarindo de contar que mayores opciones para la recolección y el acopio de los desechos reciclables.
También ha visto la importancia de crear conciencia entre los habitantes y negocios de la zona para que se involucren en más prácticas eco-amigables.
"Aquí en Tamarindo casi no hay opciones para reciclar. La Asociación de Desarrollo Integral (ADI), tiene un programa de reciclaje que hace una recolección gratuita todos los martes de cada mes, pero lamentablemente el volumen de los desechos es bastante grande", indicó.
"Hay tal vez un par de centros de acopio, los cuales son desconocidos por la mayoría", mencionó el joven.
Ante esta situación, el muchacho pronto lanzará el plan Ecorruta, un servicio de recolección de botellas de plástico y vidrio, latas de aluminio y cajas de cartón, pero de puerta en puerta, casa por casa.
Para realizar estas labores Bermúdez contará con un vehículo tipo pick up, así como un camión que puede transportar una carga importante.
El muchacho asegura contar desde ya con 25 clientes interesados, en su mayoría extranjeros de nacionalidad estadounidense. Ellos pagarían una cuota mensual de $20 (cerca de ¢11.000) para hacer las recolecciones los días jueves de cada semana.
El proyecto arrancará este mes de junio y, con los fondos recolectados se espera también crear un biodigestor, estructura que permite fermentar los desechos para obtener biogás, el cual puede utilizarse como fuente de energía limpia.
"Lo que quiero es que (los clientes) vean que esos $20 no solo son para recoger los desechos, sino que son una inversión, están sembrando la semilla y los frutos serán para las comunidades", externó.
Los materiales recolectados irán al Liceo de Villarreal, que busca convertirse en un centro de acopio, para luego participar del programa Ecolones.
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