Paulo César Wanchope, técnico del Deportivo Saprissa, sorprendió en la conferencia de prensa, luego del partido que ganaron de visita 0-3 a Pérez Zeledón, con una frase de Jafet Soto.
“Como dice Soto Molina (Jafet): ‘A pesar de... estamos metidos ahí’”, expresó Paulo César. Y tiene razón, porque, a pesar de que muchos los dieron por muertos antes de tiempo, Saprissa clasificó. A pesar de que algunos no querían a los morados en semifinales, ahí están.
A pesar de que los saprissistas hicieron una primera vuelta malísima con José Giacone, con quien solo lograron 12 puntos de 36 posibles, producto de 2 triunfos, 6 empates y 4 derrotas, para un pobre 33% de rendimiento, están entre los cuatro mejores del torneo.
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A pesar de que Saprissa no cuenta con una planilla tan fuerte como otras, sin buenos revulsivos ni hombres en el banquillo que cambien la historia de un encuentro, se metió en la fiesta grande. A pesar de que Nicolás Delgadillo corre y trata de esforzarse (eso no alcanza) y Sabin Merino suma más críticas que aciertos cada vez que ingresa, los tibaseños pueden soñar con ser campeones.
A pesar de que Herediano tiene la mejor planilla y Alajuelense un equipazo, Saprissa está, en este instante, en las mismas condiciones: parte de cero, en un torneo aparte y, ¿por qué no?, puede llegar a la 41.
A pesar de que el equipo sufrió con las lesiones, ahí está para intentar dar pelea.
A pesar de que muchos decían que sería una vergüenza si Saprissa no clasificaba, un enorme fracaso, pues hace 15 años fue la última vez que no avanzó, incluida la mayoría de la prensa, Saprissa está en semifinales. A pesar de que Sergio Gila fue el blanco de las críticas, le dieron como piñata, su equipo sigue con vida.

A pesar de que le anularon un gol legítimo en la fecha 21, en el compromiso contra Cartaginés (no lo digo yo, lo aseguró la Comisión de Arbitraje), Saprissa debutará el próximo domingo en semifinales.
A pesar de que los morados estaban obligados a ganar y dependían de otros resultados, lo hicieron. Y aquí, la verdad, no fue a pesar de, porque cuando alguien necesita una mano, por lo general aparece Cartaginés para ofrecerla, para tenderla a quien ocupe salir con vida.

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