Desde que sucedió, el 20 de julio del 2020, el asesinato de la anestesióloga María Luisa Cedeño capturó la atención del país, pues el crimen se produjo mientras la mujer se encontraba de vacaciones en el hotel La Mansión Inn, en Manuel Antonio de Quepos, Puntarenas.
Como sospechosos de matar a la médica, tres hombres se sentaron en el banquillo del Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea, desde setiembre: el hoy exdueño del hotel y empresario, Harry Bodaan; el administrador de empresas Luis Carlos Miranda Izquierdo, y el bailarín Teodoro Herrera Martínez. A continuación, le explicamos los últimos detalles sobre esta causa.
Dentaduras coinciden
El lunes 21 de noviembre, el odontólogo forense, José Manuel Fernández Chaves, confirmó que las dentaduras de Bodaan y Miranda coinciden con los mordiscos descubiertos en el cuerpo de Cedeño.
Fernández aclaró que no puede afirmar con certeza total que las mordidas fueron ocasionadas por los imputados; sin embargo, de las siete dentaduras analizadas, las de Bodaan y Miranda son las que más se acercan a la figura de las tres lesiones en el cuerpo de Cedeño.
A Bodaan, de 72 años, se le achaca un mordisco en la mejilla derecha y otro en el antebrazo derecho, mientras que a Miranda, uno en el seno izquierdo de la víctima. De acuerdo con el especialista, las tres lesiones se produjeron cuando Cedeño estaba con vida, pues se generó equimosis, una succión con la boca que deja marcas en la piel que ocurre cuando la persona está viva.
‘Mis derechos humanos en continua violación’
De su lado, esa misma semana, el adulto mayor nacido en Holanda aseguró que sus derechos humanos estaban “en continua violación”, ya que, según él, desde que fue detenido, vive en un cuarto infestado de ratas y cucarachas en el Centro de Atención Integral de la Persona Adulta Mayor, en La Reforma. “Esto es comprensible para alguien que sea culpable, pero para alguien que es inocente, es muy difícil de aceptar”, dijo a los jueces por medio de su traductora.
Por otro lado, cuestionando las declaraciones del odontólogo forense, el empresario aseveró que “es muy difícil entender cómo el doctor está solo, realizando estas pericias sin tener un consejo supervisor”. “Creo que hubiese sido posible enviar esos moldes afuera para, por lo menos, tener una segunda opinión profesional”, comentó.
Para el momento del crimen, el extranjero tenía 69 años, y según su defensa, no pudo cometer el delito porque tenía dificultad para caminar; no obstante, dos mujeres que estaban en el hotel el día del asesinato aseguraron a los jueces que, la mañana después de los hechos, observaron a Bodaan caminar sin problema.
Último audio
El jueves 24 de noviembre, por primera vez durante todo el proceso judicial, la voz de Cedeño se escuchó en el Tribunal Penal. Se trató de un audio que la mujer envió a una de sus amigas, Esme Vargas, antes de ser asesinada.
“Me tratan demasiado bien (...). Me traen agüita, me traen trago, me traen todo, le traen agüita a Mafalda (su perrita), me traen fresas, me traen piñita, o sea, no tenés una idea de lo chiva que está la chineazón aquí”, se escucha decir a Cedeño.
En ese mismo mensaje de voz, la médica comentó que esa noche eran pocas las personas hospedadas en el hotel y que solo trabajaba la mitad de los empleados, por la situación de la covid-19.
“Me ha encantado, estoy superchineada, estuve hablando con el bartender y con el asistente del dueño”, dijo Cedeño. También mencionó a su amiga que aunque el hotel se veía un poco descuidado, estaba feliz. “Este lugar es como lo que ocupaba, está muy chiva”, manifestó.
En su declaración, Vargas comentó que la anestesióloga le envió el audio en la noche; le dijo que estaba en su cuarto descansando, que no tenía ganas de tomar y que se iba a dormir pronto para ir con su mascota a la playa temprano a la mañana del día siguiente; sin embargo, nada de eso sucedió.
Mafalda temblaba y no quería comer
Justamente Mafalda, la perrita de la doctora y testigo principal del crimen, fue encontrada temblando y sin ganas de comer o tomar agua el día después del asesinato.
Para entender mejor la reacción de Mafalda, La Nación conversó con el presidente de la Federación Canina de Costa Rica (ACAN) y especialista en conducta animal, Rubén Rodríguez. “No dudo de que la perra tuvo alguna acción de tratar de resguardar a la doctora. Escuchar los gritos, además de la parte hormonal que se genera, la sangre, todo es un evento totalmente traumático”, comentó Rodríguez.
El especialista aseguró a este medio que los animales son capaces de sufrir impresiones o shocks, en especial cuando presencian violencia, agresión, gritos y acciones a las que no están acostumbrados. “La sangre, el sudor y los componentes que para nosotros no son divisibles, para los perros sí, entonces claro que fue un evento totalmente traumático para la perrita”, concluyó el experto.
Actualmente la perrita vive con una amiga de Cedeño y se encuentra en buen estado, según Alfonso Ruiz, abogado de la familia de la víctima.
Presión a agentes judiciales y reunión con banqueros
La exgerenta de Operaciones del hotel, Daniela Ceciliano, inició sus declaraciones el 28 de noviembre y, en una de sus primeras intervenciones, aseguró que Bodaan le insistió a un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para que revisara la habitación de Herrera, mientras se efectuaba el levantamiento del cuerpo de la médica.
“Él decía: ‘Señora, necesito que llame al encargado del OIJ, yo lo voy a llevar donde Teo’, yo le explicaba que ellos estaban haciendo su trabajo, pero insistía en que llamara para llevarlo a la habitación de Teo; él quería que el encargado del OIJ fuera a la habitación de Teo”, declaró Ceciliano, sin saber por qué Bodaan hacía tal solicitud.
La mujer destacó que Herrera, quien trabajaba y vivía en el complejo, permaneció en su cuarto después de que se descubrió el asesinato, pese a que todos los empleados estaban reunidos en el lobby. El 21 de julio, Herrera fue detenido y, al momento del arresto, los policías notaron en su cuerpo varios rasguños, elementos claves para su captura.
En sus declaraciones, la exgerenta también reveló que Bodaan habría dicho a funcionarios del Banco de Costa Rica (BCR) que Cedeño tuvo una fiesta que “se salió de control” la noche en la que fue asesinada.
Sin precisar la fecha del encuentro, Ceciliano aseguró que el empresario holandés se reunió con los ejecutivos en el hotel, pocos días después del crimen. “Recuerdo una reunión que tuvimos en el lobby del hotel, en la recepción, con el banco. Esa reunión la tuve junto con don Harry y sé que él le mencionaba al banco que no sabía qué había pasado, que probablemente alguien más había entrado a la habitación y ella había tenido una fiesta en su habitación, y las cosas se habían salido de control”, dijo Ceciliano.
Por su parte, Hugo Navas, el abogado de Bodaan, detalló a La Nación que los asesores del BCR pidieron la reunión tras darse a conocer el asesinato. Presuntamente, a ellos les preocupaba que Bodaan no pudiera pagar un fideicomiso de casi $1,5 millones (¢596 millones) que el hotel debía desde el 2014.
Discusión con Miranda, la mañana después
El 25 de noviembre, la exencargada de limpieza, Dinia Guerrero, declaró que Bodaan y Miranda discutieron en el apartamento del empresario, la mañana después del asesinato; sin embargo, el altercado se dio en inglés, por lo que Guerrero aseguró que no entendió bien.
La discusión fue confirmada este jueves 1.° de diciembre por el propio Bodaan, quien recreó la conversación frente a los jueces. El adulto mayor dijo que le consultó a Miranda “qué pasó después de que él se había ido del apartamento (de Bodaan) a la medianoche. Le pregunté ¿ustedes empezaron a tomar o qué? ¿Estaban robando cervezas? Él me dijo que no, yo me fui directo a mi cuarto. Ese fue el intercambio que tuvimos, cuando él me explicó, entonces yo me calmé”.
En la misma línea, Lester Jiménez, exencargado de mantenimiento del hotel, manifestó que Bodaan estaba molesto porque Miranda seguía en su habitación cuando todos los empleados estaban en el lobby, luego de que se encontrara el cuerpo de la doctora.