Esta semana debo destacar dos alianzas que, aprovechando la tecnología, servirán de apoyo a los costarricenses contra dos embates cada vez más presentes y preocupantes: el cambio climático y el abuso a menores en internet.
El Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis de la Universidad Nacional, con el apoyo de la Comisión Nacional de Emergencias, lanzó recientemente la aplicación: “Una Costa Segura”, que es una plataforma mediante la cual, cualquier persona, nacional o extranjera, tendrá a su disposición información importante, que además puede ser salvadora, como alertas de posibles tsunamis, rutas de evacuación y predicciones de mareas, entre otros.
Recordemos que, según indicaciones de organismos internacionales y debido a los efectos del cambio climático, se calcula que para el 2030, un 50% de la población mundial vivirá en zonas costeras propensas a inundaciones, tormentas y tsunamis. Esta aplicación refleja la importancia de cómo la academia e instituciones estatales pueden unir esfuerzos para facilitar la prevención y la protección de la vida de las personas.
Destaco también la alianza entre la Cámara de Infocomunicación y Tecnología —en la que participan como afiliadas la mayoría de las empresas de telecomunicaciones—, y la organización no gubernamental Paniamor, cuyo objetivo es que las compañías participantes se comprometan a implementar protocolos que, usando la tecnología, prevengan y respondan a situaciones de abuso que involucren a menores de edad.
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Gracias a la colaboración de ambas organizaciones, al apoyo decidido del Ministerio de Ciencia y Tecnología y del IMAS, las empresas, al igual que todo padre y madre de familia, cuentan con una importante plataforma www.ementores.org, que no solo prepara en mentoría a quienes quieran unirse a la cruzada, sino que también brinda importante información a las familias y a los docentes de cómo deben proceder.
En momentos en que la interacción de los menores de edad con la tecnología es cada vez más frecuente, debemos aprovechar herramientas tan valiosas como la citada, recordando que, si bien, la tecnología es una ventana que abre oportunidades y facilita la educación, también en las manos incorrectas puede ser una amenaza contra nuestros niños y jóvenes. Aplaudo y apoyo ambas iniciativas.
La autora es politóloga.