Ankara. EFE. El miedo a la violencia y a la inestabilidad permitieron al partido islamista AKP recuperar la mayoría absoluta que perdió en junio, cuando parecía peligrar la hegemonía que esa agrupación y su fundador, el ahora presidente Recep Tayyip Erdogan, habían mantenido desde el 2002.
En las elecciones generales celebradas el domingo, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) logró 317 escaños, muy por encima de los 258 que obtuvo en las elecciones de junio, un proceso que se tuvo que repetir tras la falta de acuerdo entre los partidos para formar gobierno.
“Desde el 7 de junio hasta el 1.° de noviembre, ¿cómo pudo el AKP aumentar tanto de votos?”, se preguntó el analista político Selcuk Candansayar.
“La sociedad estaba aterrorizada. La gente estaba presionada por el miedo a una ola de violencia. Está claro que la sensación de que un terrorista suicida podía hacerse explotar en cualquier momento y en cualquier lugar asusta a la gente”, razonó este profesor de la Universidad de Gazi.
El 10 de octubre, 102 personas murieron en un atentado suicida cometido por el grupo Estado Islámico (EI) contra una marcha por la paz convocada por grupos de izquierda y prokurdos.
Inseguridad. Aparte de la inseguridad generada por ese atentado, el recrudecimiento del conflicto armado entre la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán y el Estado turco también produjo que muchos votantes regresaran al AKP.
Desde que la tregua iniciada a principios del 2013 saltó en pedazos en junio, miles de guerrilleros y docenas de soldados y policías han muerto en operaciones militares, combates y atentados.
El aumento de la violencia empujó a muchos kurdos conservadores y religiosos a quitarle su voto al Partido Democrático de los Pueblos (HDP), laico y de izquierdas, y devolvérselo al AKP.
El HDP perdió a un tercio de los diputados que logró en junio, cuando el proceso de paz con la guerrilla aún no había muerto y muchos turcos no kurdos optaron por esta formación como una alternativa de izquierdas.
“El miedo ha ganado”, dijo a la emisora CNNTürk el sociólogo Tayfun Atay, quien recordó que si bien es extraño que un partido gane con el 50% de los votos, como hizo ahora el AKP, más extraño es que el otro 50 % tenga miedo y recele del nuevo gobierno.
Una polarización tal que, como explicó el profesor Necmi Erdogan, de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Oriente Medio, ha llevado a que “el 50% de la población comience a odiar al otro 50%”.
Está por ver si Erdogan vuelve a activar sus planes de una reforma constitucional que transformen el país en una república presidencialista en la que sea él quien ostente el Poder Ejecutivo.
Para ello, el AKP necesitaría 330 escaños para convocar un referendo sobre el tema y 367 para aprobar el cambio en sede parlamentaria, cifras muy alejadas de los 317 asientos logrados.
Ese es, precisamente, el principal consuelo de la oposición: que Erdogan no dispone del apoyo para seguir con sus planes.